Noticia publicada a las 03:10 am 18/08/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Los más de veinte años que Don AMLO sufrió los amagos, persecuciones y escarnios del Sistema Político Prianista, serán cobrados con sangre tricolor, azul y blanca. La causa es más que evidente, en política se vale todo y en especial las venganzas, que se presentarán en contra de los que ayer fueron persecutores y ahora son los perseguidos.

En cuanto a la esperanza de que Trump castigue las pato aventuras del Peje para con el narco, creo quedará en un recuerdo elemental. Porque si no mal recordamos, Abelardo Rodríguez fue el primer presidente que permitió (y ganó con ello) que la droga pasará de México a EE UU. Logrando con la medida, una fuerte riqueza que a pesar de los setenta años que han pasado, subsiste en las familias cercanas del mandamás que visitaba e invirtió en Tehuacán en un casino que lo recibía con fiesta y damas muy guapas.
Después hay registros espeluznantes, con Salinas, surgió el Cártel del golfo; con Zedillo los Zetas, con Fox el permiso de que crecieran hasta la expansión y con Calderón, hasta Secretario de Seguridad les puso. Lo que se interpreta que Peña Nieto, solo se hizo el invidente, permitiendo que siguiera creciendo él envió de droga y más de cuarenta millones de adictos fueron felices en compañía de los Bush. Los grandes traficantes del vicio.
Pasaron los años, AMLO se hizo necesario, la gente empezó a sufrir los estragos del neoliberalismo; que enriqueció a unas pocas familias y mandó a la miseria al noventa por ciento de las restantes en todo México, con esta acción, la lucha de Andrés Manuel se hizo epopéyica. Ahora viene lo bueno…
Un buen político no debe de sentir el dolor ajeno; mucho menos ver que niños y viejos se mueran de pobreza, pena y sufrimiento. Mentir salvajemente será su esencia. La actitud no es nueva, viene desde la República de Platón, cuando se dio cuenta de que la “política”, tiene que dominar el arte del engaño que se acendró con Maquiavelo en el Príncipe por conseja para los Medicis, famosos gobernantes de Florencia y se debate en los Diálogos en el infierno de Maquiavelo y Montesquieu.
López Obrador, desde los inicios de su gobierno se puso a engañar a la gente que llegó a soñar con los beneficios de su gobierno. Enriqueciendo a los grandes empresarios y dejando al pueblo con apoyos que al paso de lo la inflación van perdiendo poder adquisitivo.
Se olvidó en cuanto pudo de las funciones del gobierno en las ramas legislativa, ejecutiva y judicial, con los controles y equilibrios entre ellas, que previenen el abuso de poder y garantizan la libertad política. Ahora, a través de su presidenta, se apropió del poder Judicial que tantos problemas le causó en su sexenio y para nada le importa el fraude que realizaron con cartones electorales, faltando más de noventa y tres millones de sufragantes.
Al escondido y autoritario Peje le interesa el poder, ya lo tiene y no hay partidos que se lo puedan arrebatar. En cuanto al pueblo ¡No cuenta!, creo que, con la complicidad del alto Clero, la fuerza de los militares y la guardia nacional, el poder será detentado hasta dentro de treinta años, siempre negociando con los EE. UU. en la persona de cada representante del Imperio de atrás de aquel lado. Es cuanto…

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