Noticia publicada a las 02:31 am 27/07/25

Por: Ricardo Adolfo Guevara.

Al sur del estado poblano, hay una ciudad que fue famosa, no por su belleza, organización, cultura o elegancia. Simplemente, porque embotellando aguas minerales, concepciones míticas le encontraron “propiedades milagrosas” que proliferaron en la fantasía popular, sin darse cuenta que, las sales minerales son lesivas para las vías urinarias y los riñones en general.

El tiempo pasó, un día el Grupo Monterrey de amargos recuerdos, adquirió a través de interpósita persona la industria; los dueños de las embotelladoras vendieron Balseca, Agua Azul, Garci-Crespo, San Lorenzo, Peñafiel y se acabó el mito. Porque Tehuacán nunca fue “El centro hidromineral de América”, simplemente fue el recurso de la explotación de mano de obra barata, que enriqueció a los embotelladores hasta que Vicente Fernández ocupó un puesto de lujo en el grupo regiomontano, famoso por sus grandes explotadores de mano de obra al estilo del “American Way of Life” y ahí acabó todo.
La oquedad laboral, fue utilizada por Kamel Nacif, Gerard Guez y Daniel Dresse. Ellos llegaron, instalaron grandes bodegas, compraron espacios que se convirtieron en fábricas de pantalones, camisas y se sobregiró la explotación de trabajadoras en la ocupación de maquila, lavando de paso miles de millones de pesos.
También se contaminó el dren de Valsequilllo con los químicos de las lavanderías y que por estar alejado de la ciudad no representaba problema. Lo malo estuvo en que, la necesidad de vivienda empezó a utilizar los terrenos aledaños y la contaminación del dren se convirtió en problema social, sin faltar la promesa de politicastros cuatroteros mediocres que se comprometieron a tapar el famoso Dren, sin darse cuenta de que es propiedad federal y en caso de una tromba como las que caen al norte de la ciudad y que afectan municipios cercanos, pueden llevarse lo que sea que esté cerca del famoso y utilizado dren, recurso de politiquillos mediocres, como esos que lo van a barrer, chapear y limpiar, porque no tienen en donde poner sus mugrosas manos, si no es para transarse el dinero de los erarios municipales y estatal.
Tehuacán luce en el abandonó. Se cuenta que desde 1951 ha sido saqueada en su erario municipal por todos los que la presidieron, porque el Artículo 115 Constitucional no permite que los gobernadores les exijan a los presidentes municipales auditorías de los recursos del municipio. Por eso cada vez que se busca presidente, se trepan al poder delincuentes que en complicidad con el gobernador en turno saquean, hacen negocios, lavan dinero, Etc.
Tehuacán fue fundada por franciscanos, no tiene cultura de la construcción elegante, tampoco es proclive a la cultura, sus políticos y empresarios la ven como algo que perturba y por eso la ciudad no progresa. No se le ve futuro en la distancia, menos con los cuatroteros de morena que desde Patjane Martínez, un grupo comandado por Víctor Canaán y después por Caballero López y Pedro Tepole, solo llegaron enviados por el corrupto gobernador Miguel Barbosa a saquear y se fueron muy contentos y muy satisfechos. Mientras el otro se murió por disfrutar una locura que fue un sueño: ser gobernador, aunque para ello traicionara a los Chuchos del PRD en complicidad con López Obrador.
Hoy la ciudad está peor, llegó un mediquito impuesto por un tal Ignacio Mier Velazco y desde que aterrizó, está saqueando el erario municipal, pero ese es otro asunto que trataré dentro de ocho días. A ver si no se enoja Alejandro Armenta. Así es…

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