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La Política de Estado
Noticia publicada a
las 12:30 am 07/07/25
Por: Alfredo Ríos Camarena.
La presencia avasalladora del presidente Trump en el escenario mundial no es una causa, sino un efecto de la crisis del sistema global, que se impuso desde los paradigmas.
Los estudiosos de la Teoría General del Estado coinciden en que los elementos de éste son el gobierno, el territorio y el pueblo; algunos agregan el orden constitucional,
esto significa que una política de Estado debe corresponder a una visión en donde se expresen todas las fuerzas políticas y sociales de una nación. Para fortuna nuestra, la fracción X del artículo 89 de nuestra Carta Magna establece, como único caso, los principios sobre los cuales debe de desenvolverse nuestra política internacional.
La presencia avasalladora del presidente Trump en el escenario mundial no es una causa, sino un efecto de la crisis del sistema global, que se impuso desde los paradigmas de la economía neoliberal. Sus propuestas disruptivas han cambiado el tablero de las relaciones diplomáticas frente a una agresión verbal violenta e irrespetuosa contra prácticamente todos los jefes de Estado y de gobierno, aun sus más cercanos aliados, como es el caso de México y Canadá.
La presidenta Sheinbaum ha intentado contener estas agresiones, manteniendo una estrategia que ha sido hasta cierto punto exitosa.
Las agresiones se han agravado en todos los campos y la Presidenta ha conducido un equipo de gobierno básicamente integrado por el canciller Juan Ramón de la Fuente, por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard; por el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y por el secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora.
La primera consideración es que la coordinación del equipo del gobierno mexicano la debe de tener el secretario de Relaciones Exteriores y para ello, entre otras muchas cosas, es urgente el nombramiento de un nuevo embajador de México en Estados Unidos.
El embajador Moctezuma ya cumplió su cometido, y hoy es un fusible fundido, ya que sus contrapartes no sólo son diferentes, sino contrarias a las anteriores. Su cambio es de importancia fundamental, y el nuevo embajador debe ser un personaje de gran capacidad política y diplomática que cuente con la plena confianza de la Presidenta, pero también del secretario, para no caer en la situación absurda que se dio en el sexenio pasado, cuando el entonces canciller Marcelo Ebrard estaba enfrentado permanentemente con la embajadora de México, Martha Bárcena Coqui, esposa del embajador Agustín Gutiérrez Canet, enemigo hasta la fecha del mencionado excanciller.
En cuanto a la asignatura más importante, que es la de seguridad, ha habido un cambio total respecto a la política del anterior gobierno y se han realizado acciones punitivas contra el crimen organizado de gran calado. Se ha dado una importancia esencial al tema de la inteligencia, que sólo puede existir a plenitud con un entendimiento abierto con las agencias norteamericanas.
El tema sigue siendo crucial y la violencia se ha incrementado aun cuando han disminuido, según las estadísticas oficiales, el número de homicidios.
Falta mucho por hacer y en este rubro es esencial la coordinación con la Secretaría de la Defensa, la Secretaría de Marina Armada de México, así como con la fiscalía federal y las fiscalías estatales.
En el difícil tema de la relación comercial, Marcelo Ebrard realiza su trabajo con experiencia y capacidad; sin embargo, se enfrenta a muros insalvables frente a la cerrazón de la política trumpista en materia de aranceles.
El tema hacendario y fiscal recae en el secretario de Hacienda y el tema más preocupante es la acusación de lavado de dinero de algunas instituciones financieras mexicanas.
La iniciativa privada debe de jugar un papel importante y todos los sectores involucrados deben de ser convocados con una visión de política de Estado.
Por ahora hay que hacer un lado las ambiciones presidenciales de los participantes. La política de Estado implica un esfuerzo conjunto patriótico y nacional.
POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)
VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA