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Y, por favor, no vaya a hundirse en el sillón, para vergüenza de todos los mexicanos, como lo hizo su mesías López Obrador aquella tarde en la que Trump lo recibió en la Casa Blanca.
Ahora que se reúna con su homólogo estadounidense imponga la máxima sabia de los fundadores de la diplomacia mexicana con Estados Unidos: no creer en los lenguaraces, en quienes quieren dictar designios confrontados con las fuerzas básicas de su territorio.
El raro personaje anaranjado del Potomac enseñó ya su verdadera fuerza: ninguna. Tras el oropel hay cascajo. Finalmente, como lo he comentado con usted‎ desde hace muchos años: un bravucón, un bully, que irremediablemente acaba siempre echándose para atrás.
Recuerde usted –o si no lo sabe, se lo comparto– lo que decía Clemenceau: que, en la diplomacia. para resolver un asunto había que ubicar los dos extremos para decidir. Y los extremos están planteados: 1) por un lado, el avasallamiento‎ arancelario, la expulsión hasta violenta de nuestros migrantes, la exigencia de que el régimen de Cuarta… Transformación entregue a los narcopolíticos, y 2) por el otro, la dignidad.
Como en toda guerra, lo que se puede ganar es tiempo, el recurso más valioso ante un paranoico que hay que aguantar otros tres años y meses más.
El tema arancelario ‎hay que sortearlo a como dé lugar, pues es la única manera de formarse al lado de las potencias emergentes que han sido amenazadas con el mismo garlito. Eso debe lograrse y no es un asunto menor. Todo lo contrario. Si no se consigue, estaremos en el peor de los mundos posibles.
El asunto migratorio estará en vías de resolverse al haber apostado unas fichas a la ‎capacidad de solucionar el ingreso de las oleadas de migrantes centroamericanos. En la frontera sur está la Guardia Nacional, pero no para reprimir, sino para contener las avalanchas y seleccionar de entre ellas quienes buscan resolver sus problemas…
… y quienes obedecen a los impulsos financieros de magnates que juegan su resto a desestabilizar hacia todos lados. George Soros debe quedarse con las ganas. No fue una decisión maniatada, sino una jugada para meter oxígeno a un problema que jamás deberá ser tratado sin principios humanos.
Entregue a los narcopolíticos, señora Sheinbaum. Le reitero que, de no hacerlo, usted será catalogada como cómplice por su omisión. Muy grave, por cierto. O ¿qué prefiere? ¿Qué se le deshaga Morena o que se le deshaga el país?
A cambio de todo ello, el compromiso de la inversión conjunta para desarrollar un Plan integral de desarrollo en esa región que solvente el problema de empleo y estabilidad. Una nueva visión que puede ser ejemplo en todas latitudes donde se encuentre.
Usted puede, doña Claudia.
¡No’más no se me vaya a achicopalar!
Espíritu nacionalista
Lo demás queda para la anécdota. Usted puede y debe salvar los extremos de sujeción y de represión. Opte por lo único prudente que queda: darles tiempo a las cosas, enfriar esa obsesión febril por imponer criterios por encima de las realidades.
El golpe puede ser más fuerte para los republicanos y los WASP, destacadamente para los rednecks y los blue-collars al interior de Estados. Unidos. El escenario de la elección intermedia del 2026 gira hacia otro rumbo. Ya no debemos ser la pieza de cambio en este panorama. Migrantes mexicanos en ese territorio y política “a la mexicana” no deben ser pasto para la campaña de Donald Trump. Perdería la única pieza que le queda.
La alternativa es emprenderla contra terrorismo y narcotráfico, temas no exentos de la agenda de negociación. Es el filón preferido por los religiosos protestantes y Trump va a buscar atacar por ese flanco. Y dale perico al torno. Pero es tan conocido ese expediente que dudo vaya a pesar demasiado en el ánimo electoral gabacho.
El espíritu nacionalista que se ha revivido no es una cuestión menor. El apoyo a su “segundo piso de la 4T” puede así crecer como la espuma. La población quisiera que esas medidas de la política exterior sean también aplicadas aquí para identificar a los adversarios e imponer las soluciones en nuestro patio. Urge definir prioridades, es la mejor medida de prevención.
Identificar los extremos del problema nacional es básico. Delincuentes nacionales de todos los tamaños atentan contra la credibilidad de su régimen, señora Sheinbaum, y está por acabarse el bono de confianza depositado en las urnas en junio del año pasado.
Curar al sistema de espanto es la meta, debe ser el objetivo central. Encerrar de una vez por todas a quienes representan un peligro para la seguridad nacional. A quienes han abusado para destrozar las necesidades apremiantes de la Nación. Debemos dejar de asustarnos con ese ridículo panteón.
Usted puede Wonder woman, no’ más no se me achicopale ante el King Trump.
Y aquí, gobernanza
Desde que inició el régimen de Cuarta… Transformación la población está esperando las decisiones cruciales que hagan retornar la confianza. Ya no basta con las ayudas del Bienestar. Porque no es posible que sigan libres los delincuentes responsables del robo diario de hidrocarburos esenciales…
… los delincuentes financieros de transferencias bandoleras y de bolsas de valores, los delincuentes políticos complicitados con el narcotráfico, los rateros impunes del patrimonio y del presupuesto nacional, los que han herido la dignidad y la esperanza de la vida en convivencia.
No estamos sólo frente a un asunto de salud pública. Estamos frente a un asunto de gobernabilidad y de seguridad nacional. De esto tienen que estar muy conscientes los funcionarios en quienes algunos depositaron la confianza para limpiar nuestro tejado común.
La gente piensa que ya no es posible detener las soluciones a esta encrucijada, que ha puesto al régimen textualmente contra las cuerdas. No es posible que un asunto tan fuerte como el planteado por las amenazas boquiflojas de Trump pueda resolverse, mientras persiste la amenaza sobre nuestros bolsillos aquí adentro.
Narcotráfico y delincuencia criminal contra el presupuesto están de a pechito. Son las dos caras de la misma moneda. Es el momento de abordar esos problemas con la misma enjundia de una amenaza contra el país. Resolverlos es la única decisión razonable que la población espera de sus autoridades.
Cuando se logre, el país entrará en el verdadero sendero de nuestra historia. Si no se hace, volveremos a quedar como candil de la calle y oscuridad de la casa.
‎El único pretexto que le queda al régimen no es el mejor. No pueden alegar miedo al combate contra los delincuentes nacionales cuando se están demostrando agallas para enfrentar amenazas de otro tamaño, más inminentes, más estúpidas.
El que tenga miedo ¡que renuncie! La situación ya es invivible. El nudo de nuestros problemas se apoya en la impunidad y en el cinismo. No es hora de que les tiemblen las piernas. El país no lo merece.
Así que, ¡no’más no se me achicopale, señora Sheinbaum!
Recuerde que es usted es considerada “Mujer maravilla”. No se doblegue ante el “Rey Trump”.
Indicios
La exacerbada polarización a la que la 4T ha sometido a los mexicanos hace poco creíbles las palabras de la Presidente formal pronunciadas este sábado reciente en Tlaxcala: “Vamos siempre, como somos los mexicanos, porque así somos nosotros, firmes con nuestra convicción, pero también siempre con diálogo, buscando siempre acuerdos para el bienestar de nuestras naciones y de nuestros pueblos a defender a las mexicanas y a los mexicanos, y siempre a decir que cuando estamos juntos (?), somos más fuertes, cuando nos respetamos entre nosotros (?) somos más fuertes y eso es lo que vamos a ir a defender, siempre con la frente en alto, siempre con gallardía, porque defendemos y representamos al pueblo de México, un pueblo generoso, valiente, trabajador, que trabaja aquí en nuestro País y también del otro lado en la frontera”… aunque divididos como nunca. * * * Por hoy es todo. Reciba mi reconocimiento por haber leído este texto y, como siempre, mis deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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Fuente: Índice Político.
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