Noticia publicada a las 01:53 am 01/05/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Durante el gobierno cuatrotero de AMLO, muchos de los “revolucionarios izquierdistas” que apoyaron con denuedo a su majestad Peje 1º., desaparecieron de la brega o se subieron hasta el mástil más alto, fortaleciendo al gobierno, que nunca mostró su verdadero rostro y quien, con los grandes mitos, supo enajenar al pueblo “bueno y sabio”, en tanto apoyó a los empresarios por espacio de un sexenato.

Pasados seis meses, nadie sabe dónde se escondió López Obrador, que tanta falta hace para poder conducir al barco moreno que ya hace agua y la gente va mirando que, algo se está pudriendo en realidad. Porque la dama que es la más popular del mundo no acierta a descifrar la realidad entre capitalismo, populismo, liberalismo y socialismo y eso, augura que el hundimiento de la nave cuatrotera ya se acerca a su fin, porque el humanismo no le sirve para flotar y menos para gobernar.
A tal grado se presagia la tempestad, que cada mañanera del pueblo, está saturada de mentiras, promesas, engaños y falsías y a la par que mienten con todos los dientes, la inseguridad persiste en la matanza consuetudinaria de gente, siguen las desapariciones, sobran las amenazas, y los gobernadores continúan el saqueo.
A su vez el filtro politiquero y el nepotismo, lucen con orgullo sus cargos en universidades, tecnológicos, puesto públicos y cargos políticos, porque la presidenta solo gobierna de palacio nacional para adentro, incluyendo los espacios vigilados por miles de militares, guardias nacionales y marinos que, temen pueda sufrir una abducción y el país desaparezca en el espacio tridimensional de la cuarta transformación que nada transforma, porque está en las garras del compañero Trump que no puede con el paquete de implantar el oligarquismo en la parte occidental que le compete.
Para infortunio cuatrotero, apareció contratado por la derecha, el impopular Ernesto Zedillo, cómplice de la muerte de Colosio en Lomas Taurinas y quien se vio beneficiado con el crimen, que todavía se discute entre los sabios del café de todo México, aduciendo si el autor fue Salinas y su orgullo maltratado por su locura de poder tangencial o de plano, fue Córdova Montoya, quien dirigió el complot que lo hundió en el estado de Jalisco para desaparecer del escenario, pero complacido con el arribo de su candidato a la presidencia.
Por lo que fuere, la carencia de estilo de Zedillo, hundió en la cárcel por diez años a Raúl Salinas, mandó a Irlanda a Carlos y suprimió del escenario a Camacho Solís quien dejó como herencia fatal para el Peje nada menos que a Marcelo Ebrard y su banda.
No hablo del FOBAPROA, porque sinceramente el pueblo pobre, bueno y sabio ni cuenta se dio de la friega que le pusieron, mientras vendía los ferrocarriles, apoyaba al narco con algunos familiares y se enriquecía para irse de México y volver 30 años después a pegarle a la Sheinbaum, imaginando con sus socios del intelecto salinista, que el pueblo ya olvidó todos los crímenes que se cometieron durante el maldito zedillato, quien con tantos crímenes sigue libre, como Salinas, Fox, Calderón y Peña sin faltar AMLO, por el conocido saqueo a México que flota a la deriva esperando el momento crucial del hundimiento fatal. Es cuanto…

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