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El Vaticano es un país real, pero sin frialdad
Sí, el Vaticano es una micronación en sí misma. Piensa en Mónaco, pero con mucho más latín y muchos menos casinos. Son 0,49 km² de terrenos divinos donde cada rincón tiene un cuadro que vale más que tus préstamos estudiantiles.
Imprimen sus propios sellos, emiten pasaportes e incluso acuñan monedas, pero no te emociones, esos euros no te comprarán la salvación (ni un buen espresso en Roma). Y no, no puedes alquilar allí, a menos que seas el Papa en secreto.
A pesar de ser el país más pequeño del mundo, está más lleno que el diario de una monja: entre sus residentes hay algunos cardenales, algunas monjas, guardias suizos y un montón de secretos guardados en sus archivos.
El Papa vive en un palacio, pero es totalmente humilde (supuestamente)
El Papa reside en el Palacio Apostólico, que es básicamente un palacio dentro de otro palacio. Es como si el Palacio de Buckingham tuviera un primo que leyera latín y brillara a la luz de las velas.
En su interior, hay más de 1000 habitaciones, una capilla privada y posiblemente una baticueva; no podemos confirmarlo, pero ¿no sería genial? El lugar grita “realeza célibe”.
Curiosamente, el Papa Francisco optó por vivir en una casa de huéspedes mucho más sencilla llamada Casa Santa Marta. Traducción: “El Airbnb del Papa”. Ha cambiado los tapices por el aire de IKEA, pero tranquilos, la Guardia Suiza sigue vigilando la puerta.
Hablando de guardias… por algo se visten como payasos medievales.
¡Ah, la Guardia Suiza! Son básicamente los guardias privados del Vaticano: entrenados en artes marciales, con fluidez en idiomas y vestidos como si hubieran perdido una apuesta con Shakespeare.
¿El desastre de la moda? Échale la culpa a Miguel Ángel. Bueno, no tanto, pero alguien en el Renacimiento definitivamente tenía sentido del humor al diseñar ese cosplay de pavo real.
Puede que parezcan piñatas humanas, ¡pero estos tipos son de élite! Hay que ser suizo, católico, hombre y estar dispuesto a usar mallas por el bien de la paz mundial. Eso sí que es dedicación.
Hay un Archivo Secreto del Vaticano… y definitivamente no estás invitado
Tras puertas de alta seguridad (y sospechosamente dramáticas) se encuentra el Archivo Apostólico Vaticano. Piensa en el Área 51, pero probablemente con más latín y menos ovnis.
Se rumorea que contiene de todo, desde herejías antiguas hasta jugosos escándalos medievales. ¿Quieres leer cartas de Miguel Ángel pidiendo dinero? ¡Genial! ¡Las tienen!
Pero a menos que seas un académico acreditado con la paciencia del Vaticano, no entrarás. Dan Brown no mentía: este lugar tiene más cerraduras que el diario de un adolescente.
Hay un cajero automático literal que habla latín
¡Sí! El Vaticano tiene un cajero automático que habla el idioma de Cicerón, confundiendo a los estudiantes. Nada representa mejor la banca moderna que sacar 20 € mientras te regañan en un idioma desconocido.
También puedes elegir escuchar tu saldo en latín, una forma poética de recordarte que estás sin blanca. “Nil in ratione tua pecuniae est”.
Es el único de su tipo en el mundo y, sinceramente, la exhibición tecnológica más representativa desde que el Papa empezó a tuitear.
El Vaticano tiene un telescopio en Arizona, ¿por qué no?
Cuando piensas en el Vaticano, probablemente no pienses en “nerds del espacio”, ¡pero sorpresa! Tienen un observatorio en Arizona llamado Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT).
Al parecer, se puede adorar a Dios y estudiar cuásares. Multitarea en su máxima expresión. Galileo estaría, digamos, ligeramente divertido.
Este trabajo extra de observación de estrellas les permite vigilar los cuerpos celestes… Ya sabes, por si Jesús decide reingresar a la atmósfera terrestre de forma dramática.
La Ciudad del Vaticano tiene la tasa de criminalidad más alta… estadísticamente. Tranquilos.
Antes de empacar agua bendita para protegerse, aclaremos algo. La tasa de criminalidad per cápita es alta porque solo viven unas 800 personas. Así que, si dos turistas roban un rosario, ya es un frenesí de delitos graves.
La mayoría de los delitos son carterismo, y la mayoría de los perpetradores son turistas que quedaron tan fascinados por el vitral que no se dieron cuenta de que su billetera se había ido.
Así que sí, técnicamente es un foco de actividad criminal, si por “criminal” te refieres a “olvidar pagar un imán de recuerdo”.
Los papas son enterrados en un sótano súper elegante
Bajo la Basílica de San Pedro se encuentra la Cripta Papal, donde los Papas del pasado están enterrados en un espacio sagrado ultra exclusivo. Es básicamente la sala VIP de la eternidad católica.
Cada tumba es más impactante que la anterior, con losas de mármol e inscripciones en latín tan intensas que prácticamente cantan solas.
Los visitantes pueden pasear, susurrar y admirar los intrincados sarcófagos. ¡Una experiencia de iluminación espiritual total!
Ellos tienen un sistema postal que pone el tuyo en vergüenza
El Vaticano tiene su propio sistema postal, tan rápido y fiable que incluso los romanos cruzan la frontera a escondidas para enviar cartas. ¿Intervención divina? No. Solo una logística papal realmente competente.
Fundado en 1929, el Correo Vaticano emite sus propios sellos y gestiona millones de postales de turistas que esperan que sus abuelas reciban “Saludos desde la Santa Sede”. Es básicamente el FedEx del Cielo.
Sus buzones son de un amarillo brillante y más bonitos que toda la infraestructura de tu barrio. Si alguna vez dudaste de la existencia de los milagros, simplemente compara el servicio de correo del Vaticano con el de tu oficina de correos local y siéntete humilde.
Hay un código de vestimenta… y es despiadado
Si planeas visitar el Vaticano, más vale que tus pantalones cortos sean más largos de lo que te dicta tu conciencia. Nada de hombros, ni rodillas, y definitivamente nada de ropa de verano de “chica atractiva”.
Se toman la modestia muy en serio: mostrar demasiada piel podría provocarte una mirada de reojo digna del Vaticano de una monja con poderes de desaprobación de rayos X.
Por favor, trae un chal, ponte una falda larga o simplemente envuélvete en una cortina, como en una dramática pintura renacentista. Ese es el ambiente que buscan, al menos.
La Basílica de San Pedro es básicamente una gigantesca flexión de mármol
La Basílica de San Pedro no es una iglesia cualquiera: es el Versalles del catolicismo, bañada en mármol y dramatismo. Cada rincón grita: «Aquí rendimos culto y encargamos el Renacimiento para demostrarlo».
Construida sobre la supuesta tumba de San Pedro, es el imán turístico favorito del Vaticano. Verás una arquitectura tan dramática que da envidia a Broadway, y turistas tomándose selfis bajo la cúpula de la salvación.
Miguel Ángel trabajó en la cúpula porque, por supuesto, lo hizo. Si vas a resucitar a alguien, mejor hazlo con estilo: con arcos dorados, ecos sagrados y diecisiete millones de querubines.
Miguel Ángel ni siquiera quería pintar la Capilla Sixtina
Hablando de Miguel Ángel, el techo de la Capilla Sixtina no fue obra de amor, ¡fue su obra maestra de venganza a regañadientes! Era un escultor al que “obligaron” a pintar un techo. ¡Qué suerte la nuestra, los artistas gruñones son mágicos!
Pasó cuatro años en un andamio, contorsionado como un triste pretzel renacentista. No existían los quiroprácticos, pero su amargura claramente alimentaba cada divino bíceps de ese techo.
Ahora es la “obra maestra accidental” definitiva. Honestamente, imagina que te obligaran a hacer un trabajo que odias e inventar accidentalmente el techo más icónico de la historia de la humanidad. Eso es arte pasivo-agresivo en su máxima expresión.
Hay más turistas que ciudadanos del Vaticano… por mucho
El Vaticano tiene aproximadamente 800 habitantes, pero recibe a más de 6 millones de turistas al año. Es como invitar a todos a tu casa y luego fingir que no estás.
Los ciudadanos incluyen al clero, la Guardia Suiza y algunos funcionarios; básicamente, una asociación de propietarios con muchos monjes. ¿Y los demás? Se quedan boquiabiertos, sacando fotos y preguntándose por qué llevan sandalias en un suelo de mármol.
Si los introvertidos diseñaran países, no sería este. Pero el Vaticano prospera gracias al tráfico peatonal, las entradas a museos y el ocasional escándalo de exposición accidental de hombros en San Pedro.
Hay una Farmacia en el Vaticano y es extrañamente sorprendente
Dirigida por monjes con batas de laboratorio, la farmacia del Vaticano es donde la sanación divina se fusiona con el ambiente de una botica tradicional. Es como Walgreens, pero más sagrado y con mucho más latín en las etiquetas.
Locales y turistas hacen fila para conseguir medicamentos raros que no se pueden conseguir en la Italia común. ¿Quieres ungüentos medievales y esteroides modernos? ¡El Vaticano te tiene cubierto!
Y no, no se puede comprar agua bendita en un atomizador… todavía. Pero dale un minuto al equipo de marketing: ya han clavado la estética de “sacramento y ciencia”.
La Radio del Vaticano provocó una vez una fusión electromagnética
En la década del 2000, Radio Vaticano transmitía señales tan fuertes que los aparatos electrónicos cercanos se volvían locos. Los televisores fallaban, las luces parpadeaban y los teóricos de la conspiración alcanzaron su máximo esplendor.
Los residentes se quejaron de que sus marcapasos reproducían cantos gregorianos. Los tribunales romanos finalmente ordenaron al Vaticano que redujera la frecuencia o, al menos, que dejara de interferir con el wifi cercano.
Imagínense intentar ver Netflix y, sin querer, iniciar una misa. ¡Santa interferencia, Batman! El Señor obra de maneras misteriosas, a veces disruptivas, a menudo a través de frecuencias AM.
La Ciudad del Vaticano no tiene una prisión oficial… más o menos
La delincuencia en la Ciudad del Vaticano se compone principalmente de turistas carteristas, quienes a menudo están demasiado distraídos con los frescos como para darse cuenta de que sus billeteras desaparecen. ¿Grandes delitos? Los subcontratan a las autoridades italianas. Subcontratación: incluso la gestión del pecado la utiliza.
Técnicamente tienen una “sala de detención”, pero es más como “conversar con un sacerdote” que como “un mono naranja”. Nada de alambre de púas, solo culpa y posiblemente un salmo.
Sí, te pueden arrestar en la Ciudad del Vaticano. Sin embargo, es probable que te entreguen documentos y te decepcionen cortésmente. Nada que ver con Ley y Orden: Unidad Basílica.
Tienen sus propias monedas de euro y los coleccionistas están obsesionados
Los euros del Vaticano no son solo dinero, son objetos sagrados de colección. Llevan la cara del Papa, porque obviamente tu cartera debería tener la guía espiritual impresa en metal brillante.
Son de curso legal en toda la eurozona, pero no seas el payaso que los gasta en pizza. Estas maravillas son oro de coleccionista: joyas de la iglesia.
Los turistas los atesoran como reliquias. “Pagué 5 € por este helado… y perdí 50 € en valor numismático espiritual”. ¡Bien hecho, peregrino!
El Papa conduce un… papamóvil. Sí, ese es su verdadero nombre.
El Papamóvil no es solo un medio de transporte: es un carro de cristal, aprobado por Dios. Imaginen un carrito de golf fusionado con el Batmóvil, pero en lugar de combatir el crimen, sirve para saludar a multitudes entusiastas.
Los papas han usado de todo, desde Fiats hasta Mercedes-Benz. Algunos modelos parecen cápsulas espaciales, mientras que otros parecen camiones de safari para la salvación.
Está diseñado para máxima visibilidad y mínimos intentos de asesinato. Si eso no es innovación sagrada para compartir coche, ¿qué lo es?
La Ciudad del Vaticano tiene impuesto sobre la renta cero, ¿por qué lo tendría?
¿Temporada de impuestos en la Ciudad del Vaticano? No existe. Los residentes no pagan impuestos sobre la renta, lo que demuestra una vez más que ser santo es el mejor refugio fiscal.
Todos los ingresos provienen de donaciones, entradas a museos y venta de productos. Es como Disney World, pero tu entrada ayuda a restaurar arte del techo del siglo XV.
Sin impuestos, no hay problema, a menos que intentes explicárselo a tu contable mientras lloras por TurboTax.
Los Museos Vaticanos son básicamente un laberinto sagrado de obras maestras
Los Museos Vaticanos no son solo museos: son un laberinto artístico donde el alma asciende mientras los pies imploran misericordia. Con más de 7 kilómetros de exposiciones, es básicamente el Louvre, pero en latín.
Contienen obras invaluables desde el Antiguo Egipto hasta el Renacimiento, incluyendo esculturas, tapices y una abundancia de iconografía religiosa que bendeciría a todo un continente. (¡Y mucha suerte encontrando el baño!).
La mayoría de los visitantes tropiezan en su misión de llegar a la Capilla Sixtina. Sin embargo, en el camino, se sienten abrumados espiritual y visualmente por siglos de papas que atesoran obras de arte como si fueran tesoros divinos.
Las elecciones papales son básicamente un encierro sagrado
Cuando el Papa muere o renuncia, los cardenales son encerrados en la Capilla Sixtina para un cónclave. Es básicamente una versión de Catholic Survivor: Edición Vaticano.
Sin teléfonos, sin chismes, solo votaciones y misas consecutivas. ¿El ambiente? Intensidad enclaustrada y algún que otro contacto visual incómodo.
El humo blanco significa un nuevo Papa. El humo negro significa que hay que volver a intentarlo. Es la señal de humo más dramática desde que los adolescentes empezaron a vapear.
Hay un trono papal literal… y es súper extra
El Papa tiene un trono, y sí, es tan majestuoso y ostentoso como te lo imaginas. Olvídate de tu silla de oficina: este es básicamente un sillón reclinable celestial, pero sin la función de reclinación.
Hecho de madera, oro y varios siglos de fanfarronería teológica, el trono se exhibe durante las ceremonias oficiales como un poni de exhibición real. Es tradición con un toque de drama antiguo.
Mientras la mayoría nos peleamos por los asientos del pasillo, el Papa se recuesta en su elevado pedestal de autoridad espiritual, recordándonos a todos quién es el jefe espiritual. Se trata menos de comodidad, más de exhibirse ante el Reino de los Cielos.
Ellos solían tener una línea directa de papas para exorcismos
Sí, el Vaticano tuvo una vez una línea telefónica donde se podía reportar una posesión demoníaca como si fuera una queja de atención al cliente. “Hola, sí, mi hijo está mareado otra vez”.
La línea directa se llenó de personas que llamaban con la esperanza de expulsar a sus demonios personales, a menudo literalmente. Algunas llamadas eran serias, otras eran… teóricos de la conspiración con mucha cafeína. En cualquier caso, la Iglesia tenía una lista.
Ahora han agilizado las solicitudes de exorcismo a través de las diócesis locales; básicamente, cazafantasmas con agua bendita y burocracia. Si hoy te sientes atormentado, es una situación de “contacta a tu párroco”, no una llamada a la emergencia del Vaticano.
La ley del Vaticano es una combinación descabellada de burocracia eclesiástica y canónica.
La Ciudad del Vaticano tiene su propio sistema legal, una mezcla única de derecho canónico, decretos papales y algunas leyes italianas prestadas. El manual legal probablemente pesa más que tu perro.
Tienen jueces, un tribunal y leyes que lo rigen todo, desde la blasfemia hasta la banca. Sí, puedes tener problemas espirituales y legales por lo mismo. ¿Alguien quiere un doble juicio?
Si te acusan de un delito allí, prepárate para una jerga legal con toques de latín, ropas solemnes y absolutamente ningún acuerdo con la fiscalía con un café. La justicia divina viene con una montaña de papeleo más grande que la cúpula de San Pedro.
El Vaticano albergó una vez el papado más corto de la historia
El Papa Urbano VII fue elegido, bendecido y falleció trágicamente tras tan solo 13 días. Ni siquiera se hizo confeccionar la túnica papal antes de conocer a su creador. ¡Menuda carrera de velocidad!
Nunca fue coronado ni gobernado; solo tosió, rezó y se fue en paz. Es el papado más corto del que se tiene constancia. Sinceramente, es el equivalente celestial a una suscripción de prueba.
A pesar de su reinado fugaz, se ganó una tumba de lujo. Porque una vez que eres Papa, aunque sea brevemente, la inmortalidad de mármol forma parte de las ventajas.
El Vaticano posee miles de manuscritos antiguos y no podemos leer la mayoría de ellos
En la Biblioteca Vaticana se encuentran más de 80.000 manuscritos raros, algunos tan antiguos que se mantienen unidos gracias a oraciones, polvo y pura fuerza de voluntad teológica.
Estos textos incluyen comentarios bíblicos, cartas astronómicas antiguas y diatribas heréticas de personas no canonizadas. Piensa en Indiana Jones, pero con más papeleo.
El acceso requiere credenciales y aprobación. No, tu canal de YouTube sobre conspiraciones no cumple los requisitos. Puedes navegar en línea si te gusta descifrar garabatos latinos escaneados de pergaminos del siglo XIV.
El Papa tiene un sastre personal… que lo viste como un icono de la moda bizantina
La alta costura papal está a cargo de Gammarelli, una sastrería que ha vestido a los Papas desde que las pelucas empolvadas aún estaban de moda. Cada atuendo es personalizado, inmaculado y bendecido con siglos de esmero clerical.
Crean de todo: sotanas, capas y pantuflas que no te atreverías a rayar. Nada sale de confección, porque si eres el portavoz de Dios, no usas mezclas de poliéster.
Es la fusión de la tradición y la pasarela. La próxima vez que te quejes de planchar una camisa, recuerda que alguien plancha las túnicas de seda del Papa, con miedo a la condenación eterna si se arrugan.
El horario del Vaticano es diferente… literalmente
Técnicamente, el Vaticano sigue el horario centroeuropeo, pero su calendario es completamente diferente. Piensa en las festividades de los santos, los horarios de ayuno y más abreviaturas latinas que en un libro de hechizos de Harry Potter.
La vida en el Vaticano se rige por el ritmo litúrgico —Adviento, Cuaresma, Pentecostés—, no por los absurdos plazos gregorianos. Es una distorsión del tiempo impulsada por el incienso y la tradición.
Si tu reunión en el Vaticano se reprograma debido a la “Fiesta de San Alguien”, no te preocupes. El planificador de Dios no funciona con Google Calendar.
El Papa tuitea y sí, es curiosamente popular
El Papa Francisco tuitea desde @Pontifex en nueve idiomas. Así es, probablemente esté tuiteando sobre compasión mientras tú subtuiteas sobre tu ex. Prioridades, gente.
Sus tuits son frases sagradas: breves, sabios y sin emojis. Aun así, consiguen millones de retuits porque, al parecer, la visión divina cabe perfectamente en 280 caracteres.
Puede que no publique selfis, pero de vez en cuando habla de justicia, misericordia y cambio climático. Si existe la etiqueta en Twitter, podría enseñarnos a todos cómo comportarnos allí. ¡Tos!
Hay un mini Vaticano en Castel Gandolfo
La antigua residencia de verano del Papa en Castel Gandolfo es, en esencia, el Airbnb más lujoso de la Iglesia. Hay un palacio, una granja y suficientes jardines como para que Versalles parezca inseguro.
Los papas solían retirarse allí para descansar, orar y disfrutar de sesiones de bronceado papal. Era una estancia religiosa, sin toallas de playa y con mayor contemplación teológica.
Ahora está abierto a los turistas, así que tú también puedes echar un vistazo al antiguo armario del Papa. Bueno, solo hay principalmente túnicas blancas y juicios.
El Vaticano una vez realizó juicios para animales, porque ¿por qué la herejía debería ser específica de una especie?
En la Edad Media, la Iglesia ocasionalmente juzgaba animales —sí, animales— por delitos que iban desde daños a la propiedad hasta posesión demoníaca. Cerdos, ratas e incluso langostas se enfrentaban al juicio sagrado.
Estos juicios incluían abogados de verdad y, a veces, órdenes de ejecución. ¡Imagínese ser un monje interrogando a una cabra acusada de comer vegetales sagrados! La justicia medieval era, como mínimo, teatral.
Si bien esto no era exclusivo del Vaticano, la influencia legal de la Iglesia hizo que estos juicios fueran inquietantemente oficiales. Moraleja: si comes los tomates del Papa, podrías ser expulsado espiritualmente… incluso si eres una ardilla.
Hay un museo solo para viajes papales, y es completamente ridículo
Enclavado en los Museos Vaticanos se encuentra el Pabellón de las Carrozas, una exposición dedicada exclusivamente al estilo de viaje de los papas. Es como un antiguo Uber Black con mucho más terciopelo y un aire de privilegio divino.
Encontrarás carrozas doradas, papamóviles antiguos, palanquines y vehículos tan absurdamente ornamentados que hacen que las procesiones reales parezcan repartos de pizza. Es en parte historia, en parte desfile de moda sobre ruedas.
Cada vehículo es un vistazo al lujo papal; porque si vas a predicar humildad, mejor que lo hagas en un vehículo dorado y con cuatro caballos de fuerza.
El latín sigue muy vivo… más o menos
Puede que el latín esté muerto en todas partes, pero en el Vaticano, es prácticamente un no-muerto. Documentos oficiales, oraciones y dichos ingeniosos aún se escriben en la lengua favorita de César.
Incluso hay una oficina del Vaticano que inventa palabras en latín para cosas modernas. Como “interrete” para internet. ¿Qué es la nigromancia lingüística del siglo XXI, verdad?
Así que sí, mientras tú estudiabas latín en el instituto, el equipo legal del Papa estaba aquí debatiendo tranquilamente sobre exorcismos en él.
Puedes obtener un pasaporte del Vaticano (aunque probablemente no lo consigas)
La ciudadanía vaticana no se hereda, se otorga según el trabajo. ¿Ser guardia suizo? ¡Felicidades! Obtuviste la documentación sagrada. ¿Renunciar? Ese pasaporte se desvanece más rápido que el vino de comunión en Pascua.
Solo hay unos 800 ciudadanos vaticanos en un momento dado. No, la doble ciudadanía con el Cielo no cuenta. Esto es territorio estrictamente de recursos humanos del clero.
Es uno de los pasaportes más raros del mundo, y no solo porque esté adornado con oro y bendecido. Es porque obtener uno requiere una red de contactos de nivel divino.
La bandera del Vaticano es básicamente un estandarte pirata sagrado
La bandera del Vaticano es amarilla y blanca, cuadrada (no rectangular), y presenta llaves cruzadas con una tiara papal. Es como si Piratas del Caribe se bautizara y se uniera al clero.
La llave dorada simboliza la autoridad celestial, mientras que la plateada representa el poder terrenal; juntas, transmiten: «Tenemos las llaves de todo, literalmente». La sutileza no es un valor del Vaticano.
En cuanto a las banderas, es icónica, sagrada y confusa de doblar. Pero bueno, si San Pedro fundó tu reino, tu estandarte debe representar un drama divino.
El Vaticano tiene su propio equipo de fútbol (o algo así)
Es cierto que el Vaticano tiene un equipo de fútbol. Pero no compite en el Mundial. A menos que el cielo presente un equipo, se limitan a partidos amistosos y a un juego de pies divino.
La mayoría de los jugadores son sacerdotes, guardias suizos y personal del Vaticano. Imagínate jugar contra la seguridad del Papa mientras intentas no cometer una falta que te lleve a confesarte.
Sus uniformes son básicos, su entrenamiento es divino, ¿y su objetivo? La camaradería. Y quizás, algún día, marcarle por fin a los anglicanos.
El Papa solía ser llevado como un Dios-Rey
Antes de los papamóviles, los papas eran llevados en algo llamado “sedia gestatoria”, un trono sobre palos que hacía que el Papa pareciera una Beyoncé espiritual entrando en Coachella.
Doce hombres lo izaron mientras otros sostenían enormes abanicos de plumas llamados flabella. ¿Qué es la humildad sino ser llevado con plumas de avestruz?
El papa Juan Pablo I dijo: “No” y canceló el viaje. Pero seamos honestos, si alguien merece un paseo real, es el hombre que bendice a 1.300 millones de personas.
El Vaticano prohibió una vez miles de libros, incluso a sus propios santos
Durante siglos, el Vaticano mantuvo el Index Librorum Prohibitorum, una lista negra de libros considerados heréticos. Prohibió más de 4000 títulos, incluyendo obras científicas y escritos de santos canonizados. ¡Qué ironía, Batman!
Galileo, Copérnico e incluso Descartes perdieron su halo literario. Si tu libro mencionaba el heliocentrismo o el libre pensamiento, felicidades; probablemente entró en la lista más rápido que un diario de adolescente en un convento.
El Index fue finalmente abolido en 1966, lo cual es una grata sorpresa porque la mayoría de la gente ya había empezado a ignorarlo. Aun así, es un recordatorio tremendo: incluso los santos pueden ser cancelados.
Los Archivos del Vaticano incluyen una carta de Miguel Ángel pidiendo dinero
Ni siquiera Miguel Ángel pudo escapar de la rutina. En los archivos del Vaticano, hay una carta en la que, básicamente, le ruega al Papa que le dé dinero. Genio artístico, te presentamos una factura impaga.
Estaba trabajando en San Pedro y necesitaba fondos. Su carta encarna la máxima energía del freelancer renacentista: elocuente, dramática y llena de un sutil subtexto pasivo-agresivo.
El Vaticano probablemente terminó pagándole, pero es reconfortante saber que incluso las leyendas del arte tuvieron que ir a buscar cheques. Bienvenido al club, Mikey.
El Vaticano una vez llevó a juicio un cadáver
Sí, esto sucedió. En el año 897, el papa Esteban VI desenterró a su predecesor, el papa Formoso, y sometió a juicio su cadáver literal. Fue tan grotesco como históricamente extraordinario.
El cadáver fue colocado en el tribunal, vestido con ropas papales, y declarado culpable de… algo papalmente escandaloso. Luego, arrojaron al pobre hombre al Tíber.
Este extraño fenómeno se conoce como el «Sínodo de los Cadáveres» y sigue siendo uno de los episodios más extraordinarios de la historia de la Iglesia. Y eso es mucho decir.
Hay un paso secreto entre el Vaticano y el Castillo de Sant’Angelo
El Passetto di Borgo es un pasadizo amurallado construido para que los papas huyeran del Vaticano en caso de emergencia; básicamente, un túnel de pánico papal con aires de drama medieval.
Se utilizó en 1527 cuando Roma fue saqueada y el Papa tuvo que huir al Castillo de Sant’Angelo. Dios lo había elegido, pero aún necesitaba una vía de escape.
Hoy en día está cerrado al público, pero a veces se ofrecen visitas guiadas. ¿A quién no le gustaría seguir los pasos de los pontífices que huían?
El Papa tiene su propio escuadrón de científicos
La Academia Pontificia de las Ciencias incluye a ganadores del Premio Nobel, astrofísicos y biólogos, porque el club de fans de Dios ama la ciencia, a pesar de lo que diga tu primo provocador en Facebook.
Fundada en 1603, la academia estudia todo, desde la evolución hasta la inteligencia artificial, y sí, el Papa recibe informes, como una versión vaticana de Tony Stark.
Así que cuando la gente diga que la Iglesia odia la ciencia, recuérdenles: el Papa tiene a los científicos en el marcado rápido. Probablemente también sepan bendecir un mechero Bunsen.
El Vaticano celebró una vez un cónclave papal durante un asedio literal
En 1268, un cónclave papal en Viterbo se prolongó durante casi tres años. Los cardenales no se ponían de acuerdo sobre un papa, así que los lugareños se hartaron, de forma hilarante e histórica.
Para acelerar el proceso, los ciudadanos enfurecidos encerraron a los cardenales, les cortaron el suministro de alimentos e incluso arrancaron el tejado del edificio para que dejaran de dar largas y comenzaran a elegir.
Bajo presión, y probablemente por las quemaduras del sol, finalmente eligieron al papa Gregorio X. Lección aprendida: si los líderes de la iglesia no se deciden, una reforma radical de la casa podría ser la solución.
Tienen un astrónomo llamado “Brother Guy”
Uno de los astrónomos más destacados del Vaticano se llama literalmente Hermano Guy Consolmagno. Es jesuita, científico planetario y copropietario de una de las mejores barbas de la teología.
Recorre el mundo predicando que la fe y la ciencia no son enemigas. También descubrió un asteroide, lo que evoca una atmósfera de “Dios lo vio primero”.
Si Marvel no presenta a este hombre como un sabio celestial, se lo están perdiendo. El Hermano Guy es lo que te espera cuando Bill Nye se une a un monasterio.
El Vaticano tiene el ferrocarril más corto del mundo
La Ciudad del Vaticano presume de una estación de tren, con una sola vía y sin servicio regular. Es más un tren ceremonial que una opción práctica de transporte.
El ferrocarril conecta con Roma y se utiliza principalmente para envíos especiales o viajes papales ceremoniales. Imagínate a Thomas la Locomotora, pero con un toque teológico.
Es posiblemente el sistema de transporte más encantador y sin sentido jamás construido. Pero si vas a ser un país, necesitas al menos un tren, ¿verdad?
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