Noticia publicada a las 01:06 am 26/04/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

“El hambre no se combate con la compasión organizada y la voluntad política” … Francisco…

Toda la serie de asistentes al sepelio de Jorge Mario Bergolio, oriundo de Buenos Aíres y descendientes de Piamoanteses de la Italia maravillosa, en un noventa por ciento, son agentes del capitalismo internacional.

Van para intentar influir en los cardenales para instaurar en el Trono de Pedro a un conservador, que no propugne por la lucha en favor de los necesitados. Sino por los intereses criminales de sus explotadores.
La grandeza de Francisco fue su enorme sabiduría, jesuita de estudios, disciplinado en el arte de la observación a profundidad de los problemas sociales. Francisco fue para el historial de la Roma conservadora, una luz enorme que predispuso la doctrina de la fe contra la explotación de la doctrina más condenable de la historia del mundo, el capitalismo.
Su ánimo conciliador en defensa de los pobres del mundo, lo llevó a dialogar con Fidel Castro y en la misma mesa con Barak Obama, se trataba de analizar que, no se puede existir en paz ni en bien de la sociedad y su evolución, cuando en las calles o en los hogares, vibran el hambre, las enfermedades y el dolor por la terrible explotación de los grandes ricos del mundo que practican en contra de los pobres del planeta.
Hoy que Francisco se ha marchado, Roma se exhibe como la gran farandulera de una producción cinematográfica, que muestra al mundo, su poder de convocatoria, cuando en la realidad Francisco solo deseaba un funeral sencillo y humilde a tono con su posición de sutil defensor de los desvalidos y abandonados del planeta.
Pero la Roma y sus cardenales liberales y conservadores no quieren eso, desean mostrar al mundo su poder de convocatoria que al pueblo pobre no le sirve de nada. Ellos hacen una política, llevando como divisa la cruz de Cristo, una leyenda que los creyentes se imaginan que es verdad. Cuando en realidad es una fantasía inventada con la fuerte sacralidad del mito que ellos ha metido hasta el fondo de los cerebros a fin de que fenomenológicamente crean paradigmáticamente en un dios que no se ve, no se palpa y menos se siente, porque no se manifiesta.
La mente, maneja sustancialmente al cerebro, el objetivo es crear imágenes y fantasías que ayudan a los seres humanos a sobrellevar la existencia saturada de las dificultades de la existencia. La fe no puede ser confiable, porque si usted revisa su existencia, en todo su devenir nunca ha visto la presencia de Dios, de Cristo o de María la del cielo que es un mito maravilloso, porque gracias al mismo los Papas, Cardenales, Arzobispos y Obispos, han manejado por más de mil años la realidad mágica que enarbolan, para seguir enriqueciendo a los Bancos de la Roma imperial que ahora se disfraza de Santa, cuando en el fondo solo es una estrujante maniobrera de los hombres sus hermanos a lo que no reconocen como realidad estrujante. Así es…

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