Noticia publicada a las 01:15 am 11/04/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

La magia del capitalismo es bastante profunda. Hace sentir al pobrerío, culpable de la ausencia de los haberes de la vida y por si faltara, se conforma con el bajo salario de la explotación de que es víctima. De aquí surge la complicidad capitalista de los gobiernos pseudodemocráticos, que se ufanan de “apoyar al pueblo”,

cuando les da un aumento de salario, que festinan como si esa miseria fuera baluarte del progreso.
El caso más pueril fue el de haber aumentado los salarios míseros en el sexenio de López Obrador, quien festejó en grande los aumentos salariales que al final de su mandato ya habían perdido poder de adquisición y hoy en día, hasta los apoyos van en picada con rumbo de la desgracia no solo del gobierno súper endeudado, sino de los pobres que no se percatan que el gobierno de AMLO fue un juego de simulaciones y farsas que se van descubriendo poco a poco.
Esto sucede, porque hasta el narco fue beneficiado y si no ha sido por el C. Trump nadie se hubiera percatado del gran enriquecimiento de los empresarios dueños del capital en México, y de los funcionarios que se hicieron multimillonarios, indignos de tal efecto, porque parece que a eso fueron. Toda vez porque nadie se fue a la cárcel durante el gobierno cuatrotero, en el que los gobernadores transaron con Andrés Manuel para regresar un alto porcentaje de los recursos federales que no se convirtieron en obras estatales y sí, empujaron la construcciones de las “grandes obras” de AMLO que se quedaron inconclusas, porque ni el endeudamiento de que hizo víctima al erario nacional, alcanzó para terminar el Tren Maya, Dos bocas, el transísmico y mucho menos la construcción de escuelas y hospitales en los que el sector salud nunca floreció hasta en la actualidad.
¿Qué fue lo que pasó? Andrés no fue puesto por el pueblo, para llegar al poder omnisciente fue apoyado por grandes políticos de EE UU, de ahí la necesidad de “dejar hacer y dejar pasar” al narco, que se introdujo hasta en la política de donde no lo puede sacar nadie; a menos que surja la instrucción de Trump y sea el comando sur y el comando norte, quienes entren para poner la casa en paz. Porque la realidad es gravemente espantosa en lo que a violencia, crimen y trasiego de capitales se refiere.
Sabemos que Claudia Sheinbaum obedece lo que le ordenen desde Estados Unidos, empero, ¿Cómo se podrá evitar la migración, el crecimiento del narco, el lavado de dinero, la narcopolítica, el huachicol que fue permitido en el sexenio pasado, si la presidenta no es autónoma?
El pueblo no tiene para cuando vivir en márgenes de justicia y tranquilidad, porque los gobiernos de la falsa democracia en el mundo, son los habituales cómplices que sostienen al capitalismo mundial, al que Donald Trump y sus cómplices, desean acabar para dar una nueva faceta de enriqueciendo a la oligarquía que representan.
Mientras tanto, la demagogia, las promesas, las simulaciones, la corrupción, la falsa política de la Cuatroté, siguen adelante. Dividiéndose perfectamente para ver quién llega al poder que puede sufrir un vuelco si la oligarquía de EE UU, decide otra forma de gobierno para los mexicanos que lleva más de cien años de vivir en la inopia.
POST SCRIPTUM: Lea www.sintesistehuacan.Com y de paso, vea y escuche Angulo informativo, un programa que tiene el único objetivo de elevar los breves y pequeños espacios de conciencia política. Es cuanto…

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