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La historia de los restaurantes
Noticia publicada a
las 03:32 am 25/04/24
Por: Carlos Gaytán Dávila.
En los antiguos mesones nace el concepto de servir comida y bebida
El primer establecimiento el que se puede denominar como restaurante fue abierto en la Rue du Poulies, París, Francia, en 1765. El propietario era un mesonero de apellido Boulanger, que servía comida acompañada con vino.
En México, en 1527 se abrió el primer mesón donde se daba hospedaje y comida. Lo fundó en Veracruz Juan José de Perote.
En Saltillo el primer restaurante o fonda de la era moderna es el de Doña Chona (Merendero Saltillo, aún en funcionamiento).
El 7 de enero 1864 llega a la ciudad el presidente Benito Pablo Juárez García y su familia, acosado y perseguido por quienes apoyaban la intervención francesa. Vivió tres meses en Saltillo el presidente Juárez y su familia, asentados en la vieja casona que aún perdura y que es utilizada como el Recinto de Juárez, de corte cultural e histórico, frente a la Catedral. Por las tardes, la familia Juárez Maza visitaba la antigua panadería y merendero fundada por Asunción Quiterio Valerio, “Doña Chona”, que operó primero frente a lo que ahora es el Santuario de Guadalupe, luego frente al Panteón de Santiago, donde aún subsiste (el Merendero Saltillo). No sólo vendía pan, sino enchiladas, atole champurrado, pulque curado y otros productos.
Le seguiría en antigüedad una modesta negociación Tacos Joven, emulando la famosa frase del mimo mexicano Mario Moreno “Cantinflas”, con casi 100 años de existencia.
Francisca Romero y Leocadio Rivera, cortador de papel en la guillotina manual de la imprenta de Moya de la Fuente, el dueño de la funeraria de los mismos apellidos, fueron los creadores de esta singular taquería. Se ubicó por mucho tiempo en Acuña y Lerdo de Tejada, ahora está en Pérez Treviño y Acuña. Sigue vendiendo los sabrosos taquitos dorados enrollados de carne deshebrada y frijoles con una salsa de chile cascabel que es huérfana (¡no tienen madre!).
Sin duda la venta de taquitos rojos dorados de frijoles y papa es tan antigua como los primeros restaurantes de Saltillo.
Hay más negocios con cierta antigüedad, algunos prevalecen como el Café Viena de los Molina Aguirre de 1959; el Enos, de Espiridión Castillo, de 1947, creado por el señor Nicolás Arizpe Sáenz. Espiridión Castillo lo compró en 1967 a la familia Arizpe-Mier, los propietarios y herederos del famoso lugar.
Este restaurante inicia con la primera estación de autobuses Monterrey-Saltillo de Abbott y Padres Flores. El restaurante Nohemí.
Tal vez el Café Victoria tenga ese rango de antigüedad y quizá rebase los 90 años de vigencia. A estos añejos o no muy añejos restaurantes se sumarían La Canasta, Arcasa, La Potosina, Tortas Popeye, Las Brazas de don Abel Ramírez, Los Compadres.
Los Adobes de 2001, de don Juan Manuel, que construye uno nuevo hacia el sur de la ciudad.
El Pastor de Reynosa y Carranza, que inicia en Aldama y Padre Flores; Taquitos Reyna, Taquería Jalisco, Lonches El Manolo; la taquería Guzmán, Burritos Tobi y algunas taquerías y fonditas que operan en barrios y colonias de la ciudad que también tienen su historia.