Noticia publicada a las 04:18 am 24/04/24

Por: Rogelio Martí9nez Huerta.

No pienso ir a votar el 2 de junio, porque votando por Morena, sin imaginar, voté por la CORRUPCIÓN. Porque en eso terminó la vida política de Miguel Jerónimo Barbosa Huerta, quien un 13 de diciembre (para beneficio de los poblanos), sucumbió víctima de una neurosis consuetudinaria y un infarto doloroso, que sufrió durante casi un día sin que hubiera un buen cardiólogo cerca de su persona.

De todos aquellos que más se expusieron señalando las corruptelas del PRI, del PAN y del VERDE, fui yo. Lo gravísimo fue que Miguel Barbosa no fue un político de inteligencia, sino un maniobrero que se dedicó en cuanto se adueñó del PRD, a negociar con gobernadores y hasta con los dueños del partido que eran los “chuchos” a quienes en cuento llegó a la presidencia de la mesa directiva del Senado, los traicionó, guardando su odio por los siglos de los siglos, porque hasta este momento hablan de Barbosa y de manera terrible. Por haberlos sabido traicionar para quedar bien con López Obrador que le dio la gubernatura de Puebla como premio, a la que victimizó con sus encarecimientos en multas, pasajes, negocios Etc.
Hoy que el ex gobernador ridículo ya no está, quien llena su costal es Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien tiene la escuela de corrupción de Moreno Valle, suya propia y de Barbosa, que lo hizo dueño de muchos millones que guardará en algunos bienes raíces o un paraíso artificial.
Mientras tanto, la ciudad de Tehuacán, antes orgullosamente ciudad de salud, hoy luce contaminada, sucia, mal oliente, con enormes riesgos sanitarios, insegura, violencia, llena de múltiples delitos y crímenes sin aclarar. ¿Es esto la 4 T o de plano en Tehuacán se descubre que solo es una impostura ridícula que lo único que va alcanzando es la enorme cifra de muertos que son asesinados día con día?, mientras el inquilino de palacio juega a los volados “a veces con la vida y a veces con la muerte”. Dijo el poeta…
La exhibición de barbosismo radical de Sergio Salomón, Armenta Mier y otros trepadores del gobierno fue, cuando se pusieron de forma cínica a meter funcionarios que no renunciaron a sus puestos, pero si se inscribieron de forma indigna en el INE para buscar diputaciones y seguir mamando las ubres del presupuesto.
A la par en la ciudad de las basuras, los candidatos en general no saben hacer política, porque carecen de autenticidad académica, honestidad, profesionalismo político y solo van mostrando que fueron topiles, mozos, macehuales y alcahuetes de Barbosa, cayendo en prestanombres oscuros que se han perdido entre todo lo que mal organizó. Porque muchos son millonarios y nadie los puede acusar de nada, porque se desconocen (Juan, Juar, Juar…) sus nombres dentro de los familiares del desgobernador. Que no saben ni dónde están parados, porque nunca les enseñó que es la política, pues Barbosa tampoco lo sabía. Así fue…

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