Noticia publicada a las 02:01 am 11/04/24

Por: Ricardo Adolfo Guevara.

Sin asomo de pudor y colgados de las bragas asquerosas de Morena, un movimiento que no llegará a Partido, porque le faltan entrañas de políticos, pero han sido perfectos en la acción del robo de presupuestos, malos manejos de los erarios y traición al poder presidencial; avanzan las elecciones que cada día se tornan más violentas y espantosas para los candidatitos que carecen de valor en esto del latrocinio legalizado por el poder.

Por todo el país se ven los crímenes, venganzas y atentados en contra de quienes aspiran a un cargo. La causa es más que evidente, Morena y los partidos que se enfrentan, carecen de verticalidad política. No tienen presencia ni honradez, van por dinero facilón que les pague los vicios, las sucias maniobras en que gastan lo que no es suyo, siempre con la complacencia del poder presidencial que distante, guarda silencio cómplice, porque no puede ni quiere castigar a sus testaferros nombrados gobernadores, por ejemplo.
En Puebla, el candidato Armenta, colgó su campaña de promesas cuatroteras que no cumplirá. Porque carece de conocimiento de cuánto le llegará de la federación para poder pagar sus locuras y desvaríos nada políticos.
Es tanta su nimiedad que, no pudo determinar quienes le ayudarán en el congreso local, para seguir jugando a la “Política” de campanario que le permite al gobernador en turno, hacerle al cuento con la gente que votó por él y que no se puede decir que tendrá éxito, como tampoco lo tuvo el desgobernador anterior que no resistió ni el temor, ni el trasiego de subir y bajar jugando a la politiquería que lo enriqueció hasta la locura, como sucedió con Moreno Valle en el pasado.
A Tehuacán enviaron la basura barbosista, empezando con el arribeño de la montaña Pedro Tepole que no solo ha saqueado, sino ha dividido con sus ambiciones la politiquería de la ciudad y su región.
La envidia y necedad de Ignacio Mier, lo llevó a exigir que sus seguidores tuvieran alcaldías. El problema está en que muchos de ellos no tienen dinero, experiencia en la administración pública y solo van a saquear en caso de ganar los puestos.
El caso de Alejandro Barroso es dramático; carece de conocimiento político, la diputación que tuvo no le dio idea y conocimiento de lo que es la política. Porque lo único que hizo fue perder el tiempo en cada ocasión que anduvo regalando limosnas que la gente tomó, porque esa es su costumbre.
Ahora se enfrenta a Tepole, mozo barbosista, apoyado por Morena y la caterva de saqueadores que Barbosa en un momento de locura de mozos los hizo políticos de tercera y no saben ni siquiera hablar en público. Al igual que él, cuando empezó en el PRD, en que cada vez que hablaba algún orador de izquierda el pseudolicenciado se escondía para que los empresarios vieran que era servidor público del ellos y hasta del PRI.
Barbosa fue un traidor, le falló a López Obrador, a los “chuchos”, a sus amigos que no aceptaron colaborar con él, y cuando ya no tuvo a quien traicionar, se traicionó a sí mismo. Por eso la muerte fue el último instante de tranquilidad en su función, porque anda lleno de miedo, atascado de cobardía y ni los clérigos, ni sus mozos pudieron ayudarlo a tener un buen final. Es cuanto…

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