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un sacrificio que en sus inicios fue de seres vivos de diversas especies, incluyendo los humanos.
El vuelco histórico se dio con la redención de El Mesías al humanizar el sacrificio. Su mensaje no fue de odio o venganza por los daños sufridos, sino de amor, el amor a Dios y el “amaos los unos a los otros”.
Un mensaje que convirtió la debilidad en fortaleza, la religión de los esclavos fue el cristianismo, mismo que rompió las cadenas del oprobio de la esclavitud, a la vez, derrumbó el Imperio de Roma.
Así, una vez que el Vaticano repartió América, el Sermón de las montañas se colocó en dos versiones,
a) En Mesoamérica y el Alto Perú donde residían civilizaciones originarias, el catolicismo nutrió el espíritu de los pueblos indígenas de profundo sentimiento religioso, fueron adoctrinados en el mensaje de hermandad e igualdad, y se fundieron con los conquistadores, los encomenderos y europeos por medio del mestizaje.
b) La ocupación poblacional anglosajona, proveniente de la Europa del norte, emprendido con posteridad de casi una centuria después, fue un trasplante cultural de Occidente, portador de la reforma evangélica de Lutero, la cual no admitía el mestizaje con los pobladores nativos; además se sustentaba en el sentimiento de superioridad, por lo que su característica descansó en la supremacía racial.
El reflejo de las diferencias de las religiones de los dominadores del nuevo continente dio por resultado la supuesta superioridad racial que conlleva a la exclusión, el racismo, la discriminación y marginación.
La América de los utopistas y humanistas del iluminismo fue un regalo a Europa que se debatía en los siglos XVI y XVII en la sobrepoblación, las epidemias, pestes y hambre, por lo que se convirtió en la tabla de salvación ante su declive.
Con posterioridad, una vez que los pueblos del Continente Americano expulsaron a sus colonizadores, surgieron naciones cuyos territorios albergaban poblaciones con identidad común.
El reparto territorial fundacional fue modificado por el interés esclavista de expansión territorial de los Estados Unidos, al extender sus fronteras por medio de la adquisición como en la Louisiana, o bien por la vía de la anexión con Texas, o la guerra auto provocada en el despojo del territorio de México.
La Doctrina Monroe junto con la del Destino Manifiesto dieron la pauta para el dominio militar de convertir al continente indoamericano en su extensión de dominio, a la que sujetaron a su conveniencia geoestratégica para dar un uso de extensión alternativa de desarrollo o de subordinación al interés de su supremacía.
La réplica de la mayoría
El conflicto de la Segunda Guerra Mundial fue sucedido por la Guerra Fría, a pesar del control militar impuesto por el Tratado de Río de Janeiro y su secuela militarista no impidió el surgimiento de un proceso descolonizador que puso fin a dictaduras primitivas respaldadas por Washington. Vientos de libertarios marcó la caída de Batista en Cuba, Somoza en Nicaragua, Trujillo en Dominicana.
Sus responsables formaban parte de los tanques de pensamiento que llevaron a Ronald Reagan a la Casa Blanca. Como afirma Marcos Roitman (La Jornada 20.03.24), se inauguró la propuesta del capitalismo antiestatal y globalista. Impuso su itinerario bajo la doctrina de guerras de baja intensidad, incorporando la lucha antiterrorista y el narcotráfico como parte de la reversión de procesos revolucionarios.
La invasión a Granada, 1983, junto a la articulación de la contra en Nicaragua, 1984, y el recrudecimiento del bloqueo hacia Cuba, conllevó una nueva versión de los golpes de Estado y las formas de influir en la región. En consecuencia, el mercado cobró viejos bríos de ganancias excesivas a la metrópoli y desempleo y pobreza.
Se perfilaba una nueva era de dominación imperialista. Dos de sus recomendaciones, la condena de la Doctrina Roldós y el rechazo de los Tratados Torrijos-Carter, se plasmaron en la muerte de ambos mandatarios en accidentes de aviación. El segundo documento de la saga, Santa Fe II, formó parte de la estrategia diseñada para los años noventa.
El ciber capitalismo ha dejado profundas huellas en la región de Amerindia. Sus resultados de desarrollo y bienestar se mantienen en una tendencia creciente en el núcleo continental de la metrópoli, mientras la periferia se recrudece sus aspectos regresivos la desigualdad, la pobreza, el narcotráfico, y la violencia.
Las consecuencias del deterioro social pertenecen al espectro de una guerra híbrida, donde se registra el abandono masivo de la población de los hogares, pueblos, aldeas y ciudades. El desplazamiento humano genera ríos desbordados de migraciones en camino a los territorios en poder de los Estados Unidos, en disputa de nueva cuenta de un espacio donde vivir.
La marcha de los millones de migrantes, que van del sur hacia Washington, son portadores virtuales de la facturación del subdesarrollo colonizador al cual sometió Washington; llevan bajo el brazo la factura de cobro del despojo que sus pueblos padecieron desde las plantaciones tropicales, dictaduras feroces y explotación de minerales sometidos a nombre del panamericanismo.
La migración reciente se ha modificado en su contenido formado por núcleos familiares y menores sin acompañantes.
Pese a que la Unión Americana registra un déficit poblacional de mano de obra, por tanto requiere del trabajo de los migrantes, para mantener su nivel productivo, pero impone un sistema excluyente de admisión al tiempo que impide el arraigo, hasta impactar con tendencias de supremacía y discriminación en parte de la población, y aun por núcleos de migrantes de primera generación y quedar convertirlo en un tema geoestratégico y de orden electoral, con particular exacerbación en las filas de simpatizantes de Trump.
Los riesgos de aplicar la Ley SB4, promovida por el Gobernador de Texas, Greg Abbott, aprobada con el argumento de que los estados tienen el derecho de defenderse de una invasión, lleva a suprimir derechos humanos y convertir a los Estados Unidos en un espacio del protofascismo donde la sospecha, o denuncia sin pruebas, da lugar a la expulsión de personas con simple apariencia de migrantes.
En los últimos siete meses Estados Unidos expulsó 380 mil migrantes sin papeles. La cifra de rechazo de migrantes aumentará exponencialmente. Miles de seres humanos corren riesgos de volverse apátridas ante la falta de oportunidades, tanto en su país de origen como en lugar de acogida, para disponer de una vida en condiciones humanas de seguridad, empleo, bienestar y esperanza.
Para fines constitucionales
El fantasma de la supremacía racial subyacente desde la reforma del siglo XVI, da paso a la exclusión, la marginación, el racismo y la discriminación con la expulsión masiva de migrantes.
El drama del Gólgota se revive en las entrañas del imperio.
Fuente: E-consulta.
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