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La politización de la Justicia
Noticia publicada a
las 01:49 am 06/12/23
Por: Fernando Moctezuma Ojeda.
La reciente renuncia del exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, ha desencadenado un fuerte debate en el ámbito político, y en particular, en el seno de Morena. El senador Alejandro Rojas, elevó la polémica al hacer un llamado para sancionar a Zaldívar,
alegando que su salida de la Corte para unirse al equipo de la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum no cumplió con los requisitos constitucionales.
Rojas acusa al exministro de violar el Artículo 98 de la Constitución, argumentando que la renuncia de Zaldívar no se basó en una causa grave, como lo establece dicho artículo. Además, señala que la aceptación de un cargo en Morena mientras aún ocupaba el cargo en la SCJN infringe el Artículo 101 constitucional, que prohíbe que ministros, magistrados o jueces asuman encargos externos.
La petición de Rojas va más allá de la mera crítica; propuso sanciones que incluyen retirar las prestaciones y beneficios adquiridos por Zaldívar durante su tiempo en la SCJN. Esta postura refleja la preocupación del senador por la autonomía del Poder Judicial de la Federación, argumentando que la renuncia de Zaldívar obedece a un objetivo político que amenaza dicha autonomía.
El llamado de Rojas no se quedó en el ámbito legislativo, ya que anunció su intención de presentar un exhorto al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para que sancione al exministro. Para Rojas, esta sanción es crucial para preservar la independencia del Poder Judicial y evitar que la renuncia de Zaldívar sea utilizada como pretexto para una reforma que, según él, busca debilitar la autonomía constitucional.
Es evidente que la posición de Rojas refleja tensiones internas en Morena, con acusaciones de intentos de adelgazar a la SCJN para establecer un tribunal partidista. Sus afirmaciones sugieren una visión crítica hacia la dirección que toma su propio partido, destacando la importancia de defender la Constitución sobre los intereses políticos internos.
Es crucial subrayar que estas acusaciones surgen en un contexto político más amplio. La renuncia de Zaldívar y las acusaciones de Rojas parecen ser parte de un juego político más grande, donde la lucha por el poder y las ideologías enfrentadas dentro de Morena se entrelazan con las decisiones judiciales y las aspiraciones presidenciales.
Este episodio también plantea preguntas más amplias sobre la relación entre el poder judicial y los actores políticos. ¿Debería un exministro, al unirse a la esfera política, enfrentar sanciones severas? ¿O es esto simplemente un reflejo de las tensiones ideológicas y estratégicas dentro de Morena?
En última instancia, la renuncia de Zaldívar y las demandas de sanciones por parte de Rojas subrayan la necesidad de un debate serio sobre la independencia y la ética en el ámbito judicial, así como la importancia de separar las motivaciones políticas de las decisiones que afectan la institucionalidad del país.
En El Talmud se dice: “desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo.