Noticia publicada a las 02:51 am 23/10/23

Por: Rogelio Martínez Huerta.

La llegada al poder de un “Politólogo”, desencadenó un estilo poco conocido en México de una práctica política que la gente no alcanza a comprender. Obsérvese que, ya no hay política como la conocimos y que era el estilo de relacionarse con grupos sociales, sectores sociales, instituciones, sindicatos, gremios de maestros, obreros, campesinos o de plano oficinistas de gobierno.

Ahora, todo lo manejan el presidente, los gobernadores y los alcaldes de la nación. Para desgracia del pueblo, para colmo lo hacen mal, porque el poder está diametralmente opuesto a lo que denominamos política.
Solo basta ver (para conocer el caso) la forma en que gobiernan los munícipes, quienes atropellan las leyes a la vez que los gobernadores los dejan hacer y con el “derecho” de reelegirse, lo que ya resulta una locura que brotó con intenciones perversas, pero no se concretó porque se vio de lejos la gran jugada. Que ahora se disfrazó con una elección en donde una alcaldesa que desconoce la política, va al frente, impulsada por miles de millones de pesos, acarreos, regalos, pagos, de todo; empezando con lo tradicional que obsequiaba el PRI, cuando tenía el poder en todo su esplendor.
En Puebla, Veracruz, Morelos, Oaxaca, Guerrero, Chiapas Etc., Morena o lo que se ve que iba a ser y que de momento cambió de forma, fondo y estilo, se dividió en “aspirantes a coordinadores de esa cosa rara que es la 4 T”. El líder de la mesa directiva del Senado, cayó hasta el fondo, porque se equivocó al pretender y lograr la mesa que deseaba López Obrador para Higinio Martínez. Pues se imaginó que habían llegado a la democracia nacional y no, de pronto brotaron los impulsos políticos homicidas para negar toda aspiración de Armenta.
Lo mismo sucedió en Puebla en donde nepotes del gobernador fallecido, cómplices o gente de su equipo ya están muertos políticamente.
En cambio, por lealtad, capacidad, estilo y buen carácter político, va directamente a la gubernatura un hombre de conocimientos políticos y que fue fiel al poder de Andrés Manuel. Que anda tranquilo, sociable, generoso, y seguro de sí mismo. Con todo esto se garantiza que será el futuro gobernador que necesita Puebla porque eso será magnificente.
Ahora, solo cuesta esperar, porque el 30 de octubre se dará a conocer el nombre del predestinado que tiene el apoyo de grandes políticos, empresarios y hasta miles de maestros y estudiantes poblanos. Para ello tenemos que ver con acuciosidad cómo se van desenvolviendo las circunstancias, porque súbitamente, todo puede cambiar, como andan comentando los cuadros pagados de Sergio Salomón, que con todos los dineros, apoya al primo de Barbosa, quien por su familiaridad no debe de ser gobernador, como lo ha aseverado Andrés Manuel López Obrador. Así será… A nosotros solo nos cuesta esperar un poco. Es cuanto.

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