Esos siervos del alto clero, pobres y olvidados de la justicia, viven en un eterno engaño de que dios premia o castiga y es la orfandad la que los somete sin despertar jamás del sufrimiento ancestral en que nacen, viven y mueren persecula seculurum.
¿Usted lector se ha preguntado qué mantiene a los pueblos del mundo en este vasallaje criminal? Es fácil, en una complicidad, los Reyes, los grandes empresarios, los siempre aferrados políticos de la derecha, tienen que ocultar la verdadera intención de someter a mujeres y hombres a sus órdenes absurdas que por siglos han mantenido en el oprobio a los católicos, musulmanes, judíos Etc.
La causa es que, por tiempos ancestrales son esclavos del amo, de los señores feudales de los reyes, condes, duques, príncipes y nobles en general. Sin olvidar a los patrones y líderes venales de los sindicatos que mantienen en la esclavitud laboral a esos hombres que son sus hermanos, porque no hay vida comprobada por la ciencia y si se presume que hubiera sería meramente hipotético.
El fin de mantener en la esclavitud religiosa a los hombres y sus mujeres, es que son fábricas de esclavos, mismos que con su fuerza de trabajo enriquecen a los amos ya sean caciques, comerciantes, empresarios, reyes, nobles o de plano, simples patrones de pueblo. Quienes sí se aprobara el aborto en el mundo se enfrentarían a la libertad de la mujer, que escogería no tener hijos si sus condiciones económicas, sociales, familiares o de plano, porque no es conveniente para su libertad tenerlos a cada rato.
Empero, para evitar la legalización del aborto están los gobernantes, mismos que son cabezas de fierro de los empresarios, el clero y de los grandes políticos de los países capitalistas. Ellos se afectarían si pierden esclavos, siervos o simplemente trabajadores mal pagados.
Es entonces cuando el engaño de los castigos del infierno, aparece para lanza las anatemas contra las mujeres que aborten, porque la iglesia “defiende la viva desde el vientre”, sin importarle que los niños mueran de hambre, miseria y drogadicción, por no tener una vida buena que les impidió el capitalismo, socio de la iglesia católica, y porque dios “castigará” a las mujeres por el pecado de convertirse en sicarias (Dixit el bobo del obispo de Puebla) matando al hijo que no desean, porque estorba o de plano, porque no tienen dinero, trabajo y equilibrio existencial para cuidarlo.
Como los gobernadores son cómplices de los Arzobispos, obispos y demás ralea de buitres, impiden en los congresos que los diputeybols y diputeyboleras, aprueben la legalización del aborto. Mintiendo, simulando o engañando a la gente de que, “dejarán el debate para enero”, cuando las órdenes, instrucciones o arreglos bajo cuerda, son la negación de la libertad, la política, el albedrio y la axiología que estudia los valores éticos de los hombres y las mujeres.
Claro que esto acabará, porque las mujeres ya tomaron en sus manos el uso de su libertad, aunque lamento que les falten las armas para defenderse, porque esas emparejan a los hombres y si un hijo de puta las ofende, ellas tendrá que defenderse, porque si no será por la buena ¡Pues por la mala! Pero hay que seguir adelante, por ellas, sus hijos y su libre albedrío. Por lo que fuere, conmigo ¡Cuenten! Por hoy y por siempre. Vale…
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