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Descubren que el Sistema Solar se formó antes de lo que se creía
Noticia publicada a
las 03:03 am 23/11/20
Por: Julio García G. /Periodista de Ciencia.
Un equipo de científicos llegó a la conclusión de que el Sistema Solar se formó en menos de 200 mil años. Investigaciones previas sugerían que se había formado en un período de dos millones de años.
Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos,
llegó a la conclusión de que el Sistema Solar se formó en un corto periodo de tiempo: menos de 200 mil años, hace aproximadamente 4,500 millones años. Hasta ahora, las investigaciones apuntaban a que éste se había formado en un lapso de dos millones de años.
Los resultados provienen del análisis de los isótopos del elemento químico molibdeno, que se encuentra en los meteoritos que bombardean constantemente nuestro planeta.
Un isótopo es un átomo que pertenece al mismo elemento químico y que, pese a tener el mismo número atómico que sus compañeros, posee distinta masa. La masa está determinada por el número de protones y neutrones que tiene cada átomo. Cuando hay diferente número de neutrones entonces se forma un isótopo. Cada elemento químico de la tabla periódica puede tener distintos isótopos.
A través de investigaciones profundas a lo largo de muchas décadas, los geólogos han determinado que los cuerpos sólidos más antiguos del sistema solar son los meteoritos ricos en calcio y carbono. Estos sólidos, que han sido concienzudamente analizados, proporcionan un registro directo de la formación del Sistema Solar. Es probable que estos meteoritos se hayan formado muy cerca del Sol (cuando era muy joven) porque provienen de un ambiente donde había altas temperaturas: más de mil grados, hace unos 4,567 millones de años. Sistema
Lo que descubrió el equipo de investigadores del Laboratorio Lawrence a principios de este año, es la relación que se establece entre los meteoritos -ricos en calcio y carbono- y el molibdeno. Este último elemento es, en realidad, una variedad del calcio y el carbono. Todos ellos componen las condritas carbonáceas.
Las condritas carbonáceas, o también llamados condritos, son meteoritos no metálicos que no han tenido procesos de fusión o de diferenciación en los asteroides de los que proceden. Esto significa que se encuentran en estado puro, tal y como llegaron del espacio. Tampoco se han mezclado con otros elementos químicos aquí en la Tierra. Solamente el 4% de los meteoritos que caen en nuestro planeta son de este tipo.
Lo más relevante es que las distintas composiciones químicas de isótopos de molibdeno cubren todo el rango de material hallado (no solamente una parte) que se creó durante la formación del disco protoplanetario. Este disco, compuesto básicamente por gas y polvo, es el que dio origen al Sistema Solar tal y como lo conocemos hoy.
En una entrevista para el portal de internet Phys.org, el cosmoquímico Gregory Brennecka, uno de los autores principales del estudio, dijo que el colapso del disco protoplanetario que condujo a la formación del Sistema Solar, “muestra que este colapso ocurrió muy rápidamente, en menos de 200 mil años” y que “si escalamos todo esto a una vida humana útil, la formación del Sistema Solar se compararía con un embarazo que dura 12 horas en lugar de nueve meses”.
Rastrear el origen de los condritos y sus componentes químicos fundamentales, no solamente allana el camino para comprender mejor cuándo y cómo se formó el Sistema Solar. También permite a los científicos descifrar los misterios sobre el origen de la vida en la Tierra.
En un artículo científico que apareció en la revista Nature Communications el 27 de septiembre de 2019, un grupo de investigadores de la Universidad de Hokkaido en Japón, sostuvieron que uno de los componentes básicos para que se desarrolle la vida tal y como la conocemos se originó en las inmensas nubes de gas que se encuentran entre las estrellas. Se trata de las nucelobases, que forman los bloques de construcción básicos de los ácidos nucleicos que, a su vez, dan lugar a las unidades fundamentales del código genético.
Yasushiro Oba, quien encabezó el estudio japonés, comentó a la revista Astrobiology Magazine que éste “podría ser la clave para desentrañar cuestiones fundamentales para la humanidad, como qué compuestos orgánicos existieron durante la formación del Sistema Solar y cómo contribuyeron al nacimiento de la vida en la Tierra”.
El origen y formación del Sistema Solar siempre ha resultado intrigante desde que, como especie, adquirimos conciencia y nos preguntamos sobre cuál es nuestro lugar en el Universo.
Comprender más sobre este hecho, seguramente permitirá rastrear con mayor facilidad el origen de la Tierra y del desarrollo de la vida. Resolver estas dudas servirá también para buscar vida en otros planetas, a partir de la elaboración de modelos que aclaren el surgimiento de otros sistemas estelares en diversos puntos de la galaxia.
El estudio de Brennecka y sus colegas fue publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters. Se puede consultar en el siguiente enlace: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0012821X19305588