y la respuesta a estas diferencias (a grandes trazos, claro está) podría encontrarse, al menos en parte, en la clasificación en cuatro tipologías en función de la edad (‘ageotypes’ en inglés).
Esta tipología o mapa del envejecimiento forma parte de un estudio publicado en Nature Medicine que se refiere a cuatro áreas en las que incide con más rapidez el paso del tiempo: metabólica (en referencia a nuestro metabolismo); inmunológica (relacionada con las respuestas del sistema inmunológico); hepática (sobre la función del hígado) y nefrítica (en relación a los riñones).
Saber a qué tipo (o tipos) de grupo perteneces, podría ser crucial para ayudarte a retrasar este proceso, dijo Michael Snyder, director del departamento de Genética de la Universidad de Stanford y principal autor del estudio, en el que se estudiaron los casos de 43 individuos sanos a lo largo de dos años. Las personas con una tendencia al envejecimiento metabólico, por ejemplo, podrían tener mayor riesgo de desarrollar complicaciones como diabetes tipo 2, dijo Snyder.
Aunque hay formas probadas (como explicamos más abajo) de reducir las probabilidades de enfermar (no fumar o hacer ejercicio son dos clásicos), pocas personas llevan todos estos consejos a la práctica. Por eso, Snyder cree que sería más fácil que cada uno haga un ajuste más personalizado en función de lo que nos conviene. De hecho, a lo largo del estudio, algunos de los participantes que ajustaron su estilo de vida y su dieta a a su tipología envejecieron a un ritmo más lento.
A continuación exponemos otras claves sobre la edad que quizá desconocías:
1 Tres puntos de inflexión en el envejecimiento
Se producen a los 34, 60, y 78 años
El envejecimiento no se produce a un ritmo uniforme, sino que traza una trayectoria con tres puntos de inflexión en el ciclo de vida humano que se produce a los 34, 60, y 78 años, de acuerdo con otro estudio de la Universidad de Stanford publicado recientemente.
En estos tres momentos vitales las proteínas transmitidas por la sangre exhiben cambios notables, según Tony Wyss-Coray, profesor de neurología y ciencias neurológicas y autor principal de este estudio. "Esto sucede porque en lugar de simplemente aumentar o disminuir de manera constante o permanecer igual durante toda la vida, los niveles de muchas proteínas permanecen constantes durante un tiempo y luego en un punto u otro experimentan cambios repentinos hacia arriba o hacia abajo". Estos cambios tienden a agruparse en tres puntos concretos en la vida de una persona: edad adulta temprana, edad media tardía y vejez.
Por otro lado, este estudio también se refiere a una serie de señales concretas que de envejecimiento: el metabolismo se vuelve más lento; la estructura ósea se debilita; comenzamos a tener problemas para recordar cosas; se modifican de los patrones del sueño y la estructura ósea comienza a deteriorarse.
2 ¿Cuál es tu verdadera edad?
A la edad biológica se suman la psicológica, mental o social Quizá conozcas a alguna persona de 80 años que desborda vitalidad, así como a algún adolescente (o muchos) sin energía para levantarse de la cama. Nuestro cumpleaños habla de nuestra edad cronológica, pero este es solamente un indicador que no siempre coincide con la edad biológica, que marca el desgaste sufrido con el paso de los años.
Para complicar el asunto todavía más, es importante añadir que la EDAD biológica y la cronológica no son las únicas edades. Tenemos también la edad psicológica, que responde a nuestra propia percepción o capacidad de adaptación al entorno; la edad mental, que refleja el grado de desarrollo intelectual alcanzado por una persona; y la edad social, que es la visión que sobre nosotros tienen los demás.
3 Lo que funciona para mantenerse joven…
Caminar aumenta la esperanza de vida
Caminar tiene múltiples beneficios, entre los que se encuentra aumentar la esperanza de vida. Una investigación de 2011 en la que participaron cerca de 30,000 personas de entre 40 y 79 años, por ejemplo, mostró que caminar más de una hora al día, mejora de forma significativa la esperanza de vida. “Un incremento del tiempo que la población dedica a caminar traería consigo un tremendo cambio en la salud y los costos médicos”, señalaron sus autores.
Si lo que te va es el trote, por cada hora que corres, añades siete a tu expectativa de vida. Esta es al menos la conclusión de la revisión publicada en la revista científica Progress in Cardiovascular Disease con el apoyo de una gran colección elaborada con los datos de 50,000 participantes del Instituto Cooper en Dallas. Incluso cinco minutos diarios de carrera se asocian con más años de vida.
Son muy numerosos los estudios que vinculan el ejercicio con la salud. Hace unos días nos referíamos a una investigación que asegura que prepararse para una maratón rejuvenece, porque favorece la elasticidad de las arterias, lo que a su vez contribuye a reducir el riesgo de ataques al corazón y accidentes cardiovasculares.
4 Pierde algo de peso
Descubre si eres un "obeso oculto"
El 80% de las personas que viven en EEUU son “obesos ocultos”. Esto significa que el tamaño de la barriga podría ser un riesgo para su salud. Descubre si es tu caso de forma sencilla: mide la circunferencia de tu cintura con ayuda de una cinta métrica y compárala con la altura. La medida de la cintura debe ser la mitad o menos de la altura. En caso de que este número sea superior, puede existir un riesgo para la salud.
Los pequeños cambios en el peso, en especial si eres uno de esos "obesos ocultos", pueden tener un gran impacto en la salud. Se sabe, por ejemplo, que perder el 5% del peso reduce el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares.
5 Los secretos del doctor de 105 años experto en longevidad
Quejarse menos, divertirse más y escuchar al cuerpo
Shigeaki Hinohara fue un experto en longevidad japonés que murió en 2017 a los 105 años dejando un puñado de recomendaciones basadas en su propia experiencia. Entre sus consejos está escuchar más al cuerpo en lugar de imponer horarios para las comidas o el sueño, moverse todos los días (como acabamos de explicar), quejarse menos y divertirse más. Comparte lo que sabes, recomendaba Hinohara. “Yo doy 150 charlas al año, unas 100 para niños de la escuela primaria, y el resto para personas del mundo de los negocios. Normalmente hablo durante 60 o 90 minutos de pie, para mantenerme fuerte”.
Fuente: Univision.
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