Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
El huahicoleo como enfermedad social
Noticia publicada a
las 01:47 am 23/01/19
Por: Víctor Flores Olea.
La tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, muestra distintas caretas que no ocultan sino que subrayan los tremendos hechos. Tal vez el principal sea que el estallido en una de las rupturas que dejaron los huachicoleros en el ducto Tuxpan-Tula se rompió gravemente a las 5 de la tarde del vienes último derramando, como de una fuente inagotable, miles y miles de litros de gasolina que quedaron en el lugar o en sitios aledaños,
y que provocaron más tarde el tremendo estallido que se produjo alrededor de las 7 de la noche del mismo día, causando más de setenta muertes y otra vez más de setenta heridos de gravedad.
Según los datos de los medios, el estallido se produjo cuando se había reunido un millar de personas, familias enteras incluyendo a niños, jóvenes, mujeres y personas de la tercera edad de ambos sexos. Con botes y recipientes de la más variada manufactura, estas personas se lanzaron a rescatar incluso algunos litros del combustible sin percibir que una chispa, entre aquella multitud, podría causar una terrible tragedia, que fue lo que ocurrió. Lo inevitable se mostró como tal y muchos ingenuos que esperaban incluso una pequeña lotería perdieron la vida y la de algunos próximos, familiares o amigos cercanos.
¿Y no había vigilancia que pudiera impedir la pequeña rapiña e impedir por tanto la tragedia? En realidad parece que resultó imposible detener a esa estampida de 800 o mil personas, que llegaron a la(s) fuente(s) de la que brotaba la gasolina, y mucho más, cuando según parece, inicialmente apenas habían llegado al lugar de los hechos una veintena de militares que se vieron absolutamente desbordados.
El hecho tremendamente impactante, dio lugar a un rosario de decisiones que muchas de ellas deben interpretarse como meramente provisionales, ante la trágica circunstancia:
Mencionemos, entre otros, los siguientes:
La vigilancia de SEDENA evitó otro sabotaje a las dos de la madrugada del sábado 19 en el mismo ducto.
El gobierno convocó a 2 mil conductores para manejar nuevas pipas, que tendrán un sueldo de $14 mil 500 quincenales y gozarán de todas las prestaciones de ley, dijo López Obrador. El Presidente de la República agradece además el respaldo a su estrategia anti ‘huachicol’. Un avión que se mantiene en vuelo detectó a las 02:40 de la mañana que un grupo de personas a bordo de 20 vehículos se aprestaban a ‘picar’ el mismo ducto.
El News Article afirma que la insuficiente capacidad de almacenamiento genera desabasto, así como insuficiencia de los principales ductos: Pemex: Emergencia ante caída en la producción de petróleo. El huachicol es una plaga que invadió todo el gobierno. Se quiere comprobar si en Dos Bocas “no hay mercado negro”. “Vamos hacia la normalidad”, insiste AMLO
Al enfrentar “todo el mercado negro”, se está vendiendo más combustible. Ya no pueden robarse lo que robaban, ahora Pemex está facturando más”, dijo.
Según el inventario, en Azcapotzalco aún no está resuelto el problema, admite la jefa de Gobierno; que destaca además la reducción en los tiempos de espera. El abasto de combustible avanza hacia la normalidad, dice el presidente. News Article dice que Oposición en Senado califica de ineptitud a titulares de Pemex y Sener.
“Se esconden, no dan la cara”, señaló Miguel Angel Osorio Chong. Tienen que prepararse para responder, exigimos respuestas. Desabasto de combustible es transitorio, asegura AMLO. Piensan que nos van a echar para atrás. Se equivocan, soy muy perseverante, muy terco. Dije, se acaba la corrupción, ¡se acaba la corrupción!
Con otras implicaciones de la mayor importancia: se corrige el criterio de todos los que opinábamos que absolutamente la idea del ejército debía quedar fuera de toda vigilancia social, habiéndose corregido, me parece, inclusive el criterio inicial de López Obrador.. Su idea actual, de combinar los mandos civiles y los militares en la Guardia Nacional parece más que nunca una necesidad, algo imprescindible para asegurar la paz social.
En el caso de Tlahuelilpan parece que estuvieron reunidos en una escuela preparatoria, cerca de donde ocurrió la tragedia, los mandos militares y los civiles. Me parece que el resultado, dada la dimensión de la tragedia, resultó satisfactoria. La disposición oportuna de los helicópteros y su relevo adecuado en varios puntos cercanos al Distrito Federal, hicieron posible una hospitalización rápida, cuyos beneficios se verán en la recuperación más eficaz de los heridos en condición de mejorarse.
Me parece que esa colaboración entre los mandos civiles y militares resultó ejemplar y debiera repetirse siempre que sea posible. Con una salvedad que apuntaría: en caso de que se trate de alguna medida que pueda afectar seria y directamente a la población civil, la decisión última debiera estar siempre en manos del Jefe del Ejecutivo, decía, para tomar la decisión definitiva. Sin embargo pensamos también que el intercambio de argumentos razonables es siempre la mejor manera de llevar la conducción política por los caminos más aceptables y equilibrados, para los grandes conjuntos sociales.
La semana pasada se transitó al borde del abismo. OJalá sea la última vez.