Noticia publicada a las 01:29 am 10/10/18

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Ser político es interesarse por los problemas de la ciudad, para ello hay que ser ciudadano y de preferencia honrado. En caso de que el político se preocupe por cuánto y cómo se va a robar de los intereses de su municipio, no es político su nombre es otro y es ser ratero.
He comentado que Tehuacán, Puebla y México han padecido este tipo de sujetos desde tiempo inmemorial, porque no fueron políticos,

pero sí han existido y su nombre está en las paredes del Congreso de la Unión y en los muros de los congresos de los Estados.
Estamos a punto de cambiar de Autoridades, para este escribidor la gobernadora electa hoy recibe su ratificación y los movimientos del derrotado y vencido ex candidato del PRD (No de Morena) seguirá haciendo chicanas, cochupos, trastupijes y jurídicos, porque tiene a su servicio un bufete que le busca por arriba, por abajo, por delante y por detrás la manera de lograr que se anulen las elecciones.
Como la desinformación es parte consustancial de los políticos distraídos, extraviados, codiciosos y ambiciosos ya surgieron algunos que como Armenta Mier sacaron un rollo de boletas que tenían escondidas y las mostraron al público con lo que, soñando e ilusionados pretenden echar abajo el triunfo de Martha Éricka Alonso.
Morena fue organizada para llevar a un solo hombre al poder omnímodo. Los que se colgaron a tiempo de las valencianas de Andrés Manuel, ganaron una elección para la que el 80 por ciento no están preparados. Por eso algunos andan inventando la administración y ni siquiera le han dado una breve leída a la Ley Orgánica Municipal, pongamos el caso de Tehuacán en donde todavía no llegan al hueso para roerlo y ya están cometiendo estupideces dignas de ser exhibidas por este medio, porque no hay otro de momento.
El constante mover los problemas político-administrativos en el Estado y en la Nación, ya cansó a la gente, a tal grado que se ha perdido la credibilidad en todos los actores de la política, porque por intereses ruines de unos y de otros ya no creemos en nadie, en nada y eso nos conducirá inexorablemente a la anarquía.
Me quiero tomar un café en el Florián en la Plaza de San Marcos en Venecia y quizá con una buena charla, más un vino del Rhin se me pase lo nervioso, porque cada vez que me hablan de política me dan ganas de echar mano a los fierros como queriendo pelear. Y si eso sucede, quiere decir que mi ánimo ya se cansó, por lo tanto me iré de vacaciones unos días a fin de que me relaje y conozca otros modos de pensar, hablar y discurrir.
No se les olvide sacar al perro, darle de comer al gato y liquidar los adeudos que se quedan de Eliseo Lezama y de otros expresidentes que no pagaron sus compromisos. Los de la presidenta de Tehuacán se quedan pendientes hasta que el JJ Espinoza, el Biestro y los dilectos gatos de Moreno Valle los discutan y se haga el análisis o sea ¡Nunca! Sea…

[Regresar a la página principal]