un tema para discernir en México. Un debate que solo ocurre en las aulas universitarias no ha logrado asomarse en las tribunas del Poder Legislativo mexicano.
Ayer, verbigracia, la Cámara de Diputados volvió a hacerse la sorda, la muda, la ciega. Su orden del día solo consideró lectura de comunicaciones, lectura de iniciativas, lectura de puntos de acuerdo y discusión de reformas de leyes secundarias que, finalmente, no cuajarán la mayoría porque el Senado todavía tiene que revisarlas y discutirlas, y están a punto de acabar el periodo ordinario.
Pero el debate presidencial, acaecido apenas anteayer, no tuvo la importancia suficiente como para que los diputados lo atendieran, lo revisaran y lo comentaran. Otra vez el PRI y el PAN evitaron a ultranza que el tema fuese incorporado en el orden del día.
¿Por qué? Presumiblemente estos dos partidos políticos, mas los que los acompañan (Panal, Pvem, Mc y Prd), lo menos que quieren es que se debata sobre la mentira.
Y es que los candidatos del PRI y PAN, así como aquellos dos que se dicen independientes, lanzaron una avalancha de mentiras y pretendidos engaños en contra de un Andrés Manuel López Obrador que, por su parte, tampoco tuvo la capacidad para aclarar varias cosas. Como se decía ayer en este espacio: Se veía tieso, acartonado, y dejando pasar las patadas virtuales en las tibias que le acomodaban Anaya, Meade, Zavala y el Bronco, este último con una violencia verbal inédita en un debate presidencial.
En México, todavía no hay forma de contrarrestar a la mentira. No hay castigo. Al contrario, muchos mienten a sabiendas de que al otro día los descubrirán, pero saben que nada las pasará.
Las campañas electorales son un caldo infernal de mentiras. Lo que pretenden quienes son mentirosos por definición, es sorprender a no pocos mexicanos que, para desgracia de la República, son fáciles presas de los engaños por su poca capacidad para el análisis, derivada –entre varios factores- de la pasividad que ha prohijado la televisión durante muchos años.
Hay una organización civil denominada Verificado.com.mx que se ha dedicado a revisar durante este proceso electoral las principales declaraciones y pronunciamientos de los candidatos presidenciales.
Pues a dos días del debate, ya presentaron un estudio sobre las principales afirmaciones que hicieron los cinco candidatos, la noche del domingo 22, en el Palacio de Minería. Y han puesto al descubierto que Anaya ha sido el candidato que más mintió con sus afirmaciones, seguido muy de cerca por Meade, la esposa de Felipe Calderón y por el gobernador con licencia de Nuevo León, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez El Bronco.
En su ansiedad atacar al puntero, Andrés Manuel López Obrador, los cuatro de plano atropellaron a la verdad, y echaron mano de la mentira con el mayor cinismo. Sin el menor gesto de rubor o de vergüenza.
En prácticamente todas las afirmaciones con las que atacaban a López Obrador, mintieron, pretendiendo a todas luces sorprender a la mayor cantidad de gente posible y empujándola por la pendiente del desánimo y la desesperanza. De esta manera, consideran que evitarían que la gente saliera a votar por el tabasqueño, hoy por hoy el candidato que va a la cabeza de las preferencias electorales en todo el país.
He aquí algunos ejemplos de cómo mentían los apodados por Andrés Manuel candidatos del régimen o también candidatos de la mafia que lidera Carlos Salinas de Gortari y, un escalón abajo, Enrique Peña Nieto.
Dice Verificado 2018, sobre el caso de El Bronco: Es falso lo que el nuevoleonense afirmó en el debate, de que no ejerció programas patrimonialistas, si hasta a su mamá tiene en el presupuesto. Y también mintió El Bronco cuando dijo que en su administración bajó el número de homicidios; en realidad subió el índice 35 por ciento.
Ricardo Anaya mintió en múltiples ocasiones: Dijo que con la amnistía en países como El Salvador, el índice de homicidios aumentó. No, sí bajaron, sostiene Verificado 2018. Mintió cuando afirmó que los homicidios aumentaron durante la administración de Amlo en la ciudad de México, cuando realmente bajaron.
Verificado 2018 afirmó que Anaya mintió cuando aseguró que en la ciudad de México subió 88 por ciento el número de secuestros, cuando Amlo era el jefe de gobierno. Al contrario, dijo la organización social, Amlo hablaba con la verdad cuando decía que habían bajado a 35 por ciento.
Verificado 2018 consideró que Meade mintió cuando acusó a Amlo de tener tres casas. Eran de su esposa finada, propiedades aun en litigio para hacerse de dicha propiedad los hijos del candidato, pero Amlo no está en ello y no es propietario de nada.
Y Margarita Zavala también mintió cuando afirma que sigue viviendo en su casa de muchos años. Sí, podría estar viviendo allí, dice Verificado 2018, pero no aclara que ahora su propiedad es cuando menos cuatro veces más espaciosa, porque Felipe Calderón adquirió casas y terrenos de sus vecinos para ampliarse.
Entre tanto, la Cámara de Diputados volvía a hacerse la occisa. Deja pasar este debate sobre la mentira como instrumento político.
Fuente: Zócalo de Saltillo.
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