Noticia publicada a las 03:05 am 21/12/25

Por: Salvador García Soto.

El despido de Alex Tonatiuh Márquez Hernández, director de Inteligencia de la Agencia Nacional de Aduanas y encargado de la lucha contra el huachicol fiscal de combustibles, confirma que la mafia que opera ese delito millonario, calculado por la procuradora fiscal de la Federación, Grisel Camacho, hasta en 600 mil millones de pesos,

siempre estuvo y sigue estando dentro del mismo Gobierno federal y tiene como su líder indiscutible al Andrés Manuel López Beltrán.
Porque Alex Tonatiuh o “Lord Relojes”, como lo apodó la prensa tras conocerse su colección personal de relojes de lujo valuada en 8 millones de pesos, es un amigo personal, desde la infancia, de “Andy” López Beltrán, y fue él quien lo colocó en la dirección que supuestamente combatía la importación ilegal de combustibles a través de las aduanas federales, aunque en realidad se encargaba de administrarla y manejarla para beneficio del grupo político morenista que la controla.
No es casualidad que la propia presidenta Claudia Sheinbaum, al anunciar el despido del funcionario de Aduanas, no sólo no haya ordenado una investigación a fondo de su riqueza patrimonial inexplicable y de su actuación en las aduanas, sino que hasta lo defendiera, diciendo que “él ayudó con información a la detención del buque detenido en Tampico” en marzo de 2025 con 10 millones de litros de diésel, con el que se destapó el escándalo de la participación de la Secretaría de Marina, a través de los hermanos Farías Laguna, sobrinos del extitular de la Semar en el Gobierno lopezobradorista, almirante Rafael Ojeda.
Alex Tonatiuh Márquez fue colocado en ese puesto por Andrés Manuel López Obrador en 2023, tras la primera llegada de Rafael Marín Mollinedo a las Aduanas Federales. El escándalo de la importación ilegal de combustibles dirigida por el empresario tamaulipeco Sergio Carmona, con la complicidad de funcionarios de las Aduanas federales, llevó a la destitución de Juan Carlos Madero Larios, que ocupaba la misma dirección de Inteligencia aduanera con Horacio Duarte como director de las Aduanas, y que terminó expuesto y evidenciado por denuncias periodísticas.
Madero Larios también era amigo de “Andy” López Beltrán, desde la infancia, lo que indica que esa posición siempre la controló el hijo del expresidente. Cuando la Secretaría de la Defensa, en un oficio interno acusó a Juan Carlos de estar involucrado con el negocio del huachicol fiscal, vinculado al asesinado Carmona, estalló el escándalo por la corrupción en las Aduanas y al final, tras la salida de Horacio Duarte, deciden relevarlo, también sin investigarlo y mucho menos sancionarlo y en su lugar “Andy” ordena poner a Alex Tonatiuh.
La protección de “Andy” en aquel momento hizo que a Juan Carlos Madero simplemente se le relevara del cargo, pero nunca se investigaron los señalamientos que la Sedena hizo en su contra por estar involucrado en el huachicol fiscal. Hoy Madero vive a todo lujo en McAllen Texas, donde tiene rancho con caballerizas y caballos pura sangre, con una vida muy cómoda e incluso ya tuvo una hija nacida en la Unión Americana, es decir, que se fue totalmente impune.
La misma historia hoy se repite con Alex Tonatiuh Márquez, quien al igual que Juan Carlos Madero es originario de Tabasco, del mismo fraccionamiento y conocen a “Andy” desde la infancia. Tonatiuh comenzó a llamar la atención de sus propios vecinos en Polanco, a donde se mudó procedente del fraccionamiento de clase media de Fuentes Brotantes en Tlalpan, después de comprarse su departamento de 7.7 millones de pesos.
Se hizo notar porque llegaba con todo un despliegue de guaruras y camionetas al estacionamiento del edificio de Polanco. La prepotencia de sus guardias comenzó a incomodar a los vecinos del edificio que se organizaron y juntaron firmas para pedirle al funcionario público que controlara a sus guardias o que lo denunciarían ante la policía por sus abusos y prepotencia. Luego vinieron varias investigaciones periodísticas que documentaron su repentina riqueza, incluidos los relojes de lujo que él mismo declaró entre sus bienes patrimoniales.
En agosto de este año diputados del PAN, como Federico Doring y Jorge Triana, denunciaron desde San Lázaro el vínculo de amistad y complicidad existente entre el director de Inteligencia de Aduanas y “Andy” López Beltrán y le pidieron a la presidenta Claudia Sheinbaum que investigara la actuación del funcionario que se había enriquecido notoriamente en los poco más de dos años de ocupar ese cargo. Por supuesto, las denuncias de los opositores nunca fueron escuchadas y mucho menos investigadas.
Hasta que en estas últimas semanas intervino la secretaria de anticorrupción, Raquel Buenrostro, y confirmó lo que hacía más de un año se venía denunciando en los medios y desde la oposición sobre el inexplicable enriquecimiento del funcionario de la ANAM. Fue hasta entonces que se ordenó su destitución por parte del director de las Aduanas, Rafael Marín Mollinedo, quien hasta ese momento no había tocado al funcionario de toda su confianza, porque tenía claro de quién era amigo.
Y fue hasta entonces, como si fuera la última en enterarse de este tipo de escándalos, que la Presidenta informó de su destitución y dijo que Alex Tonatiuh ya no era funcionario de Aduanas, aunque lejos de ordenar una investigación a fondo de los bienes del funcionario y de su actuación, optó por simplemente dejarlo ir impune y hasta lo defendió.
Cuando la Presidenta dice, en su defensa, que él colaboró para la detención del buque tanque en Tampico en marzo pasado, tiene toda la razón. Tonatiuh colaboró porque él sabía de la llegada de esos buques que ocurrían al menos desde el 2023 y, como funcionario de Aduanas tenía toda la información del negocio ilegal del huachicol fiscal que operaba con la complacencia del Gobierno de López Obrador y la participación de la Secretaría de Marina y los hermanos Farías Laguna, sobrinos del secretario Rafael Ojeda.
Así que no extrañe que pronto Alex Tonatiuh deje su lujoso departamento de Polanco y emprenda el vuelo, con todo y su millonaria colección de relojes, para juntarse con su amigo Juan Carlos Madero Larios, en Texas, a donde seguramente los visitará su amigo común y protector, el verdadero jefe de la mafia del huachicol fiscal, que para mayores señas lleva un apellido presidencial.

Fuente: Zócalo de Saltillo.

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