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Siete años de Transformación de Cuarta
Noticia publicada a
las 02:27 am 07/12/25
Por: Enrique Núñez.
Desmantelamiento del Poder Judicial, un sistema de salud en ruinas y una economía sujetada más por anuncios demagógicos que por el crecimiento y la productividad, son parte del legado de Morena y la 4T.
Morena ha transformado a México, sin duda. La pregunta aquí es cómo estamos ahora en comparación con el país que teníamos hace siete años.
Las respuestas son muchas, podemos empezar por la diluida, casi inexistente separación de Poderes que hoy padecemos. En este camino lo mismo podemos enlistar la designación desde el Palacio Nacional de Ernestina Godoy como fiscal de la República que el desmantelamiento del Poder Judicial con la llegada de los Jueces del Acordeón.
Aquí tenemos que detenernos para recordar que la Reforma al Poder Judicial fue el resultado de una venganza de AMLO contra la SCJN, quien en más de una ocasión frenó sus locuras.
Ya en el “segundo piso”, con Claudia Sheinbaum al frente y el Congreso de la Unión cooptado, se logró modificar la Constitución y en menos de un año desmantelar nuestro sistema de justicia.
La elección del Poder Judicial estuvo plagada de irregularidades. Gente que incumplía con los requisitos de la convocatoria llegó a los cargos gracias a sus buenas relaciones con el grupo de Morena y muchos de los nuevos jueces, magistrados y ministros han mostrado su incapacidad para impartir justicia, a la par de su servilismo con el Ejecutivo.
¿Más o menos pobres?
Los cambios de la 4T también han arrasado con organismos que antes eran autónomos y que servían como contrapeso al Poder. La eliminación del INAI, así como del Coneval, hoy impide tener la certeza de que las declaraciones que emiten las autoridades son ciertas.
La presumida reducción del número de personas que viven en pobreza extrema es apenas plausible si se toma en cuenta el número de mexicanos que han caído en la informalidad, han perdido el empleo o que reciben sueldos por debajo del mínimo.
Aquí cabe la reflexión de que el aumento del salario mínimo ha generado varios efectos negativos que son eclipsados por el populismo y la demagogia de presumir el incremento de dos dígitos.
Por un lado, el salario mínimo ha subido tanto -en estos 7 años de la 4T- que los salarios profesionales hoy se encuentran a la par e incluso por debajo de lo que la ley marca para trabajadores como ayudantes generales.
Por otra parte, la inflación se ha disparado. El costo de la vida en México se ha duplicado, cuando menos. Los discursos oficiales de que tenemos una inflación anual de 4 por ciento, se desvanecen cada vez que una persona asiste al mercado, a la tienda o al supermercado a comprar los productos básicos para la subsistencia.
No se enfermen
El sistema de Salud, que por décadas fue ejemplo en el mundo con temas como la cobertura o la vacunación, ahora está completamente desmantelado.
El Insabi y su subsecuente IMSS-Bienestar cada vez tienen más carencias de médicos, especialistas, infraestructura, equipo y principalmente, medicamentos.
Las citas de especialidad y los estudios, incluso las que se dan como urgentes, suelen llevar tiempos de espera que superan los tres meses.
Y como ejemplo del desdén de las autoridades sanitarias podemos encontrar la más reciente frase del director del IMSS, Zoe Robledo, quien al ser increpado por reporteros por el desabasto de medicinas dijo algo que terminó por generar indignación.
En resumen, podemos y debemos preguntarnos con franqueza si estos últimos siete años hemos avanzado o, por el contrario, hemos tenido una Transformación de Cuarta que nos ha llevado a retroceso.