Noticia publicada a las 12:20 am 20/06/19

Por: Álvaro Cepeda Neri.

I.- Para eliminar la corrupción de la burocracia política, López Obrador ha estado barriendo parejo en todas las instancias y de esta manera terminó eliminando apoyos a más de 30 programas sociales, dentro de los cuales está el dedicado a la Prevención de Riesgos (así como el apoyo a los niños para salir del país a competencias de conocimientos, como se lo hizo ver una madre en el aeropuerto al presidente).

Se argumenta que este ajuste se realiza con tal de salir al paso de la herencia priísta y panista que usaron esos programas para robar. Empero, no pocos de esos programas son indispensables, como el dedicado al combate de los incendios que se multiplican en primavera y los ocasionados por el llamado barbecho, o sea la quema en los campos agrícolas de la hierba sobrante tras las cosechas, y que generan contaminación. Además de todo esto están los incendios provocados por los paseantes que hacen fogatas, etc.
II.- El asunto es que en días pasado, el Valle de México, es decir, las entidades de Puebla, Morelos, Estado de México, Hidalgo y la capital del país, fueron víctimas de ese infierno y no había los recursos suficientes para esa necesaria tarea –igual que pasa con las estancias infantiles, los comedores comunitarios, etcétera–. Y tuvimos una contingencia, tardíamente atacada en la Ciudad de México por la “científica” Claudia Sheinbaum, su Jefe de Gobierno. Es fundamental la prevención de riesgos en nuestro país al estar rodeado de volcanes en activo; así como los incendios y desbordamientos de ríos pues muchos mexicanos en la pobreza sobreviven en sus márgenes. Los incendios que tuvieron lugar en el Valle de México en mayo pasado, arrasaron con extensiones forestales y con la fauna silvestre; dañando de paso a sus más de 20 millones de habitantes que tuvieron que resistir, física y mentalmente, esa embestida infernal que causó graves daños a su salud. Por lo que haber cancelado el programa de riesgos más que un error administrativo, fue una estupidez política.
III.- Tal parece que ese fue el resultado de ahorrar recursos, en el que pagaron “justos por pecadores” para replicar con un refrán a quien, como López Obrador, “borró 18 programas sociales” tal y como informó Astrid Rivera con la litografía de Fermín García (El Universal: 16/III/19). Y dejar en claro que entre los 14 programas nuevos, no está el dedicado a riesgos como los incendios; que de tan necesarios, en esta pasada contingencia se comprobó que se cometió un gravísimo error. Y es que derivado del hecho de que para desterrar la corrupción se hayan cancelado los programas sociales afectando a millones de mexicanos, éstos han empezado a voltearle la espalda a López Obrador, pues su popularidad ha estado bajando. La cuestión es que a lo reducido del pastel del gasto público que ya habían dejado los depredadores sexenios anteriores, el pase del cuchillo presidencial aplicado hoy fue devastador para esos programas; los cuales deben restituirse si es que es cierto que el inquilino de Palacio Nacional busca el bienestar social.

cepedaneri@prodigy.net.mx

Fuente: Por Esto.

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