Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
“Lo único verdadero en la política son los enemigos”
Noticia publicada a
las 01:20 am 15/02/19
Por: Jesús Sesma Suárez.
Hoy podemos ver a muchos actores de la política hacer señalamientos de actos de corrupción e ilegalidades, exhibiéndose unos a otros
Transparencia, ética, legalidad y honestidad son sólo algunos de los principios que los ciudadanos esperan ver en sus gobernantes y representantes políticos, pero los altos niveles de corrupción por parte de algunos servidores públicos han llevado a las personas a organizarse de diversas maneras,
con el fin de exigir a éstos respuestas efectivas ante sus obligaciones con la sociedad y el país.
Hoy en día, mucho preocupa el “deber ser” de cada servidor público y político, pero es común ver exhibidos en los noticieros actos de corrupción por parte de personas que se desempeñan o se han desempeñado en el gobierno. Lo lamentable es saber que, en la mayoría de los casos, no se llegará a una penalidad de la misma magnitud que el acto de corrupción cometido.
No insinúo que ello se derive de falta de interés por parte de las autoridades, pues es preciso aclarar que existen lagunas en la ley que dan pie a la impunidad. Sin embargo, también debo decir que, en algunas ocasiones, intervienen factores como el revanchismo y la venganza por parte de algunos actores políticos.
Es triste, pero real. Hoy podemos ver a muchos actores de la política hacer señalamientos de actos de corrupción e ilegalidades, exhibiéndose unos a otros. Pero el origen de ello no es, aunque debería ser, identificar la falta y castigar al responsable, sino que pareciera tratarse más bien de una especie de cacería de brujas, en la que se olvida los principios de transparencia y legalidad para privilegiar la venganza, que está lejos de querer llegar a una acción de penalidad y justicia.
Debo ser sincero y confesar la profunda tristeza que me provoca la impotencia de saber que, en la mayoría de las ocasiones, no habrá castigos ejemplares para los culpables de la corrupción, aun cuando es precisamente por cuestiones como ésta que la ciudadanía ha perdido confianza en la clase política.
No me queda más que desear que la actual administración sea firme, justa y, sobre todo, responda a la confianza que las personas le han brindado para dirigir al país por el camino correcto y eliminar la corrupción.
Espero sinceramente que los corruptos del ayer paguen por los actos de ilegalidad que hicieron en el pasado, que exista justicia y que todo acto de corrupción que sea evidenciado no se quede sólo en el revanchismo político.
Todo señalamiento debe ser fundamentado y comprobado, de lo contrario, lo único que se generan son especulaciones confirmando el viejo dicho que señala que “lo único verdadero en la política son los enemigos”.