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Gobernar simulando…
Noticia publicada a
las 03:22 am 06/10/18
Por: Rogelio Martínez Huerta.
El 14 de octubre se cumplen cuatro años con ocho meses de padecer un gobierno municipal torpe en cuanto a la simulación y desordenada en el ejercicio de gobernar, y ahí están las consecuencias, a veces en la morgue, en los funerales, en el panteón, en los recuerdos de quienes lloran sus muertos. Pero los desgobernantes se van felices, bien maiceados y creyendo sus propias mentiras de que mandaron,
cuando en realidad nunca supieron que gobernar es conducir y su conducta más que política es una conducta delictiva y amoral.
Quedan miles de testimonios de como se apropiaron de las áreas públicas, de que no negociaron con un exgobernador, porque querían que las mochadas y los porcentajes se quedaran en una sola bolsa y al final, la que perdió fue la ciudadanía de Tehuacán, siempre atrasada, mal informada por los pseudoperiodistas y perdida en un mar de confusión política.
En el congreso chafa de Morena muchos dicen que no están de acuerdo. Lamentablemente tienen atrás de ellos un cacique desvencijado del cuerpo, que sigue rumiando un triunfo que solo existe en su imaginación y en la de sus lambiscones que cada día son menos, como todo lo que deviene en la grilla.
Para colmo el Partido de la Regeneración se va diluyendo entre las brumas de los proyectos de Andrés Manuel que va tejiendo al paso de los días plan tras plan y no se acierta a tomar el hilo de la hebra de su futuro gobierno, porque va cambiando al alimón, todo que antes eran sendos compromisos de campaña.
Respecto a la elección de Puebla de un lado del ring político, aparecen los grandes empresarios que ya condenan a Barbosa por su “violenta” acción política y la de sus hooligans desatados a momentos, mismos que cada día se muestran cabizbajos, porque el triunfo del cacique es de saliva y no se le puede obligar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a la anulación de la elección a punta de periodicazos y menos si esos son de corte aldeano, como los que apoyan la causa del ex “cenador” en Puebla.
Tal vez por eso, en Morelos el presidente electo les gritó a los que pudieron entender que ¡ya basta!, que la campaña ya terminó. Sus palabras sonaron hasta los cerros de Loreto y Guadalupe, pues no cabe duda de que si algo manchó su brillante campaña electoral, única en la historia de México fue la violencia estúpida en el Hotel M&M y sus secuelas se fueron a las redes a nivel nacional.
Para que Morena sea un partido respetable requiere tener Comités Directivos Municipales, los delegados son nombramientos honoríficos que se trastocan a modo. Ya por recomendaciones o por sus insuficiencias. El caso de Tehuacán es patológico, porque el delegado ni sabe de política, ni lee sobre política y menos piensa la política. Para el sujeto de marras, soñar que llegará a la presidencia municipal es su sueño de opio.
Ante este panorama, hacer el Comité como se lo plantee a un Senador, es la disyuntiva inmediata para sacar a Morena de la basura en que se encuentra en nuestra ciudad. Todo esto se tiene que lograr para hacer una buena política que lleve como bandera el trabajo futuro de Andrés Manuel López Obrador. Así tiene que ser…