Noticia publicada a las 02:54 am 11/12/17

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Dentro del gigantesco tablero de Ajedrez humano con el que juegan los poderes fácticos de México, Ricardo Anaya solo es un simple peón, puesto por esos intereses ocultos que van en pos del triunfo electoral, intentando hacer ganar a fortiori a Meade Kuribreña; otro peón del tablero de fichas blancas del neoliberalismo local.
El papel que los medios desempeñan es bastante mediocre, porque cada día la gente va despertando y en las principales ciudades del país,

van surgiendo grupos, sociedades mercantiles, clubes de servicio, logias masónicas, partidos contrariados, que no ven de buen agrado que el salinismo oculto detrás de las cortinas del poder, siga comprando bienes de la nación, pero también decidiendo por el pueblo en una mal fingida democracia con líderes a modo; siempre peones que se conforman con la más elemental riqueza a fin de llevar su pitanza arrastrando a la par de su traición al país, como lo son los “chuchos”, sus alcahuetes que actúen adentro o fuera del PRD, los seguidores de Anaya, los pseudo líderes del magisterio y el Panal, controlado desde los Pinos, quienes desde hace siete meses dijeron que iban a colaborar con el PRI, porque ese era el acuerdo.
Lo mismo sucede con el Movimiento Ciudadano, cuyo líder multimillonario hace la pantomima política para seguir pegado a las ubres del poder a fin de gozar de fuero por sus porquerías y transas administrativas; toda vez que anhelos de poder ya no tiene.
En cuanto al PRI, siempre será un apéndice del gobierno, con personajes desvergonzados como Ochoa Reza, quien como sirviente de Peña Nieto se arrastra simulando, vociferando estupideces, desgañitándose como plañidera, para seguir trepado esperando su premio, quien como todos los que han pasado por el tricolor nacional, será el del oprobio y la indignidad acostumbrada. Basta ver al pasado inmediato y será un ejemplo digno de críticas graves.
El Partido Verde “ecologista” socio del PRI, es una vergüenza política nacional. Porque emprendió campañas dignas de personas con lesiones cerebrales gravísimas. Tenemos por ejemplo la persecución de gente que poseía mascotas en sus casas que requerían de extremo cuidado por ser de riesgos. El partido verde, lleno de gente mediocre se puso a inventar persecuciones en contra de zoológicos, circos, artistas de la farándula que poseían animalitos que a las pocas semanas o meses murieron abandonados, porque les fueron confiscadas a sus dueños y ahí el miserable partido verde no hizo nada.
En eso se parece a la iglesia católica, que se desgarra las pantaletas por negar el derecho al aborto a las mujeres que no quieren tener hijos por las razones que sean. Empero, para la educación, manutención de los niños o justicia laboral para los pobres padres no mueven un dedo. Porque el papel de ese monstruo de maldad que ha sido, es y será por siempre el Alto clero es pura farsa y negocio sin fin, dueño de un de los capitales más grandes del mundo que incluye sus bancos, empresas, fábricas Etc.
Vea lector el caso del nuevo Arzobispo primado de México CARLOS AGUIAR RETES, que nos resultó amigo de Peña Nieto y de Meade Kuribreña y que llegó como si fuera un regalo del papa Bergolio (que pinche apellido tan significativo, porque eso le mandó al pueblo mexicano: ¡Una vergolia! ), no por Jesuita sí por “jesuítico” (tramposo) que lo puso a gusto del gobierno para que sigan explotando la ignorancia, la pobreza y la miseria cultural del pueblo mexicano.
Mientras eso pasa allá, acá en Puebla Morena se sigue despapayando con la presencia mamona, mentirosa, demagógica y putorrona de los “externos”, que con dinero ajeno, hacen campaña, se jalan las trusas y se exhiben cínicamente, como si todavía estuvieran en el PRI, prometiendo, amenazando, gesticulando y carcajeándose de los que osaron protestar por su ingreso gansteril al que le veo la traición a flor de campaña. Bueno, solo es cuestión de esperar y comprobaremos su hipocresía… Sea.

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