Noticia publicada a las 04:45 am 01/12/17

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Mientras los diputeybols se suicidaban con la aprobación de la “Ley” de Seguridad, pasando por alto que dicha “norma”, había sido severamente rechazada por la DH, CNDH, ONU, Etc., expertos en jurisprudencia, especialistas y sociedad civil. Todos, concordaban que significa la militarización del país y que el pueblo, los estudiantes, grupos sociales, activistas ONGs y partidos políticos, corren el riesgo de ser reprimidos por sus ideas en un futuro no muy lejano, pongamos como ejemplo en el mes de junio y julio del 2018.

Los legisladores, hijos del gobierno, entes sin conciencia, bobos de la política que se venden al postor más canalla de la historia de México que es el gobierno de Peña Nieto y de los poderes ocultos del país. Olvidaron que dicen representar al pueblo, por eso sucedió que, con 248 votos a favor, 115 en contra y 44 abstenciones, la Cámara de Diputados chafas, aprobó en lo general el dictamen de esa Ley de Seguridad Interior propuesta por el PRI y sus partidos paleros, criminales y sinvergüenzas.
Esta medida coercitiva de la política salinista-peñanietista, servirá para que, como en la época de la dictadura de Porfirio Díaz, todo grupo inconforme sea reprimido, sacado de su casa con solo que lo ordenen las autoridades más elementales, utilizando al glorioso ejército mexicano para fines de tipo dictatorial.
Esa “ley” es una advertencia para que se den cuenta los ignorantes, tanto diputados arrastrados, como senadores acochinados, que México ya está bordeando el abismo de una dictadura, con la que van a suprimir todo intento de revolución y que a la postre la leyecita chafa no servirá para nada, igual que en 1910 en que Zapata solo pedió “Tierra y Libertad” y Madero “Democracia y Justicia social”.
El epílogo fue, Porfirio se fue a Francia a lamerle la espada a Napoleón, se murió como gato, chillando porque no estaba en su México querido, al que le repartió la madre y al final, cerró sus ojos de perro, soñando en la agonía infernal que sufrió sin su tierra bendita, esa que lo maldijo con un millón de muertos, pero que perdió gracias a Ives Limantour y su plaga de “científicos”, igualito que Peña Nieto y su banda de neoliberales, vividores y mantenidos con el dinero del pueblo que sufre en una miseria terrible y que en número de setenta millones se hacina en sus casas para vergüenza de la política del Mundo.
Grave desgracia, que este país tenga traidores y por leyes una reglamentación sucia, para que los vendepatrias sigan casi regalando pedazos de tierra mexicana, sin que nadie pueda hacer algo por nuestra tierra y sus hijos olvidados de la justicia, de dios y de su guadalupana que no sirven para nada.
Lo bueno es que, los diputaditos jodidos a partir del 1 de diciembre volverán a las calles a caminar, deambular buscando otro hueso y entonces, se van a encontrar con la horma de su zapato, justo cuando las sordas hambrientas los localicen, los tiren al suelo apunta de patadas y los ajusticien como en la revolución francesa. Porque la historia si no se toma en cuenta se repite. Y en México la dictadura está repitiendo los mismos esquemas y ya hay inconformidad y hartazgo hasta en el ejército. Es cuanto…

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