Noticia publicada a las 03:43 am 21/03/17

Por: Teresa Guajardo Berlanga.

El 21 de marzo es el día en el que muchos mexicanos tienen esa pequeña libertad del llamado descanso laboral o el tan anhelado y famoso puente semanal; un tecnicismo ya establecido por toda nuestra juventud estudiantil de los distintos niveles educativos. Pero, ¿qué tiene de especial el próximo martes? Se conmemora el natalicio del defensor de las libertades humanas, Benito Pablo Juárez García;

uno de los presidentes que marcó la historia del marco normativo constitucional y que impactó el sacrificio por la tranquilidad y justicia del pueblo mexicano que anhelaba se reconocieran sus esfuerzos y su armonía solidaria, siempre luchando por una justicia social.

¿Por qué les digo esto? Es claro, una fecha festiva para nuestro país, en la cual se recuerda al exmandatario nacido en San Pablo Guelatao, Oaxaca, en el año de 1806. Persona grata que representa principios, esfuerzo, perseverancia y dedicación; un ejemplo patriótico de trabajo y superación. Benito Juárez fue el principal impulsor en lo que ya se considerada como República Mexicana del reconocimiento de los derechos del gobernado en un país que pasaba por momentos sumamente difíciles. Juárez, además de ser político, maestro, abogado y masón, es recordado por haber dicho la emblemática frase “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Benito Juárez es reconocido en diferentes países latinoamericanos por su visión y postura política, por lo cual se le conoce como “El Benemérito de las Américas”.

Hoy escribo en relación con una prerrogativa y me pregunto: ¿de dónde proviene este nombramiento? Para eso hay que repasar un poco la historia de uno de los héroes y reconocidos por nuestra patria. Juárez fue catalogado así por el reconocimiento que recibió en América Latina en razón a su victoria ante la invasión del ejército francés a México y la Guerra de Reforma.

“Benemérito” significa merecer y que eres digno de estimación por el servicio prestado, y no me refiero precisamente de un negocio establecido, sino del reconocimiento que le dieron países latinoamericanos, como lo fue el caso de Colombia en el año de 1865 mediante su Congreso influyente. En esa ocasión se reconoció que un hombre que lucha por el asentamiento e independencia de su país debía de ser digno ejemplo para la juventud colombiana y, que por lo tanto, se da tributo a un personaje galardonado por la biblioteca nacional en homenaje a su constancia por defender la libertad de su país.

Años después, en 1867, nuestros hermanos de República Dominicana consideraron a nuestro presidente “El Benemérito de las Américas” por el hecho de terminar con la preponderancia de los europeos en territorio latinoamericano. Estos no son los únicos reconocimientos que le fueron otorgados, hay muchos más y con justa razón. Este importante mexicano moldeó nuestra historia además de que ejemplifica el esfuerzo, la defensa de nuestros derechos, trabajar con dignidad nuestra tierra y todo lo que nos caracteriza y representa como mexicanos. Benito Juárez, sin duda, un orgullo mexicano para el mundo.

Fuente: Zócalo de Saltillo.

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